Pocas mujeres hay en nuestro país y el mundo que trabajen exclusivamente como sumilleres, y Pilar Oltra es una de ellas. En elEconomista.es tenemos el placer de conocer a fondo a la exitosa sumiller Pilar Oltra, referente en nuestro país por haber conseguido en muy poco tiempo varias distinciones en un mundo predominantemente de hombres, como la que Forbes le otorgado recientemente colocándola entre las cien mujeres más creativas del mundo de los negocios en nuestro país. Nos habla de este importante reconocimiento y también de Vinology, su reciente templo del vino en pleno Barrio de Salamanca su último proyecto hecho realidad, entre otras cuestiones.

Viviste tu infancia en Argentina, entre viñedos... Tu padre y abuelo fueron enólogos. Parece que sigues la tradición familiar y, en parte, la pasión que vives por los vinos sea por convivir con este mundo desde bien pequeña. ¿Cuál es la foto fija que más grabada tienes de ese pasado? ¿Tuviste claro desde entonces que querías dedicarte a este sector?

Mi abuelo era viticultor y bodeguero y mi padre viticultor y enólogo. Recuerdo la foto del momento de vendimia como el más especial del año. Ese momento de bullicio, de recoger el trabajo de todo el año, era mágico.

Siempre tuve interés en el sector desde pequeña, ya que lo mamé en casa, y de alguna manera creo que estaba predestinada a acabar dedicándome a ello. Pero no lo tuve tan claro desde pequeña y mis padres siempre me dieron mucha libertad para poder elegir libremente. Fue trabajando en una vendimia en Borgoña, durante mis estudios en Francia, que descubrí mi verdadera vocación y me di cuenta que quería dedicarme a la difusión de la cultura del vino.

La Parra es tu primer hito. ¿Qué significa para ti que tu casa sea a la vez un espacio en el que comunicarse a través del vino?

Para mi marcó un hito porque en plena pandemia tomé la decisión de abrir las puertas de mi casa y de compartir un espacio tan mágico y especial bajo una parra de 120 años con la gente interesada en descubrir el vino desde otro enfoque. Pasé de organizar catas y eventos muy grandes a hacer microeventos donde la experiencia era mucho más cercana y enriquecedora. El hecho de que fuera mi casa me resultó bastante natural. En mi familia siempre se ha celebrado todo en torno a la mesa y el vino. Vengo de una familia muy numerosa, donde mis padres y abuelos eran muy buenos anfitriones. Recibir y agasajar a los invitados era algo habitual en casa. Por lo que fue un proceso muy espontáneo. Se podía hacer poca cosa en pandemia y el abrir las puerta de mi casa, poner una mesa bonita, cocinar y elegir vinos para recibir a un grupo pequeño de gente mientras les contaba la historia en torno a cada botella me pareció la forma más natural de mantener el contacto con la gente y poder seguir desarrollando lo que más me apasionaba: difundir la cultura del vino y el disfrute en torno a una mesa. Lo que nunca imaginé es que tendría la acogida tan grande que tuvo.

Vinology es tu último proyecto, inaugurado hace solo un año, en el que pretendes que se viva la experiencia del buen vino a través de la cata. ¿En qué te basas o inspiras para seleccionar los vinos que presentas en cada ocasión? ¿Es siempre el mismo tu objetivo en estos encuentros? En la Parra tienes más de 100 referencias...

La historia de Vinology surge hace 10 años, cuando empecé a organizar catas y eventos relacionados con el vino para empresas y particulares, pero fue hace un año, y luego de pasar por la experiencia de La Parra by Pilar Oltra que me animé a abrir un espacio físico en Madrid .

Creo que mi pasión por el vino fue madurando a través de los años y culmina en Vinology, un wine bar de culto al vino y parada ineludible para los amantes del vino, un espacio pensado para la difusión de la cultura del vino y la gastronomía de España. Me pareció interesante centrar la propuesta en vinos españoles de toda la geografía nacional, y dar visibilidad a la diversidad y riqueza enológica que hay en nuestro país. Vinology propone un viaje por España a través de sus vinos, explorando las diferentes regiones productoras y variedades autóctonas de uva de nuestro país. Contamos con una selección de más 250 referencias de vinos que son la expresión de un paisaje y un territorio, y que varía según la estación del año, pues cada uno tiene su momento de consumo. El resultado es una carta cuidadosamente curada en la que queremos que cada copa sea un descubrimiento. Quiero que quien entra en Vinology salga sabiendo un poco más de vinos y de la cultura del mismo en España. Y disfrute de una propuesta gastronómica de calidad y alineada con la selección de vinos que tenemos, ya que nos parece vital para que la experiencia sea redonda.

Quiero que quien entra en Vinology salga sabiendo un poco más de vinos y de la cultura del mismo en España

En el mundo del vino hay mucho protocolo... Tintos para carnes, blanco solo para pescados... ¿Has creado tus propias doctrinas y formas de abordar el vino? Cuáles serían tus nuevas 'recomendaciones' según tipos de vinos o contrastes con ciertos alimentos?

En el mundo del vino, creo, hay demasiado protocolo y a veces creo que eso aleja y asusta al consumidor. En Vinology todo el equipo está formado por sumilleres o gente con altos conocimientos de vino. Pero queremos difundir la cultura del vino con un bajo nivel de esnobismo. Nos tomamos muy en serio la formación y el conocimiento pero la idea es hacer accesible y divertido el vino. Tenemos nuestras propias reglas, sí, y un enfoque muy diferente a otros espacios dedicados al vino. Hablamos con un vocabulario diferente. No vemos nada interesante el usar tecnicismos que la gente no entiende o dar información teórica que poco aporta al cliente final. Nos encanta dar un enfoque práctico y que nuestro cliente, después de haber vivido una de nuestras experiencias, catas o talleres, tenga esa curiosidad y necesidad por seguir aprendiendo.

Como muchos sectores, este también está copado por hombres... al menos hasta la fecha. ¿Te han puesto algún problema para hacerte tu hueco? ¿Te has sentido respetada desde el primer momento?

He tenido la suerte de que siempre se me ha respetado mucho en el sector y no me ha costado hacerme un hueco en el mismo. Pero debo decir que he trabajado duro para ello. He estudiado y me he formado en escuelas de primer nivel, he visitado las principales zonas productoras y bodegas del mundo, he leído mucho y nunca dejo de estudiar, el mundo del vino está en permanente evolución y es vital actualizarte permanentemente.

Una de las 100 personas más creativas por Vinology y La Parra, según Forbes. ¿Cómo has plasmado esa creatividad en tu labor de sumiller? ¿Cuál es desarrollo creativo más exitoso o que más destacarías de tu trayectoria profesional?

Me considero una persona creativa y me encanta poder plasmar la creatividad en el sector del vino. Durante años tuve la suerte de poder aplicar la creatividad haciendo consultoría para bodegas y Consejos Reguladores, y he participado en procesos de diseño, imagen, eventos, publicidad y comunicación para numerosos proyectos del sector.

Pero creo que sin duda que en Vinology he podido plasmar todos estos años de experiencia y sacar mi lado más creativo con total libertad para crear un concepto único y diferente en torno al vino. Vinology es un paraguas que hoy en día abarca un wine bar con cocina, tienda y espacio para eventos y catas. Pero el desarrollo es infinito y sigo pensando y creando para que crezca y se darrolle como un proyecto mucho más amplio. Creo que el recorrido es aún enorme.

En Vinology he podido plasmar todos estos años de experiencia y sacar mi lado más creativo con total libertad

Además de La Parra y Vinology... ¿qué otros proyectos o experiencias tienes previstas para un futuro cercano?

Mi proyecto más inmediato es que Vinology siga creciendo como marca paraguas para desarrollar diferentes líneas de negocio en torno al vino y la gastronomía de España. Eso incluye seguir mejorando e innovando en el wine bar, la cocina, la tienda, las experiencias, los talleres y catas y nuevas líneas de negocio que estamos creando como el desarrollo del enoturismo y viajes en torno al vino, un Club de Vinos, entre otras.

El vino con que el que disfrutarías de la revista Status un sábado por la tarde en un hotelazo de lujo.

Me vienen muchos a la cabeza, me cuesta decirte uno, podría ser por ejemplo Tintilla, un vino tinto de Cádiz elaborado con la variedad Tintilla de Rota por el enólogo Willy Pérez; Sílice elaborado con Mencía y Garnacha en la Ribera Sacra por el enólogo Fredi Torres; Dominio de Atauta Blanco, elaborado con la variedad Albillo Mayor en la Ribera del Duero soriana por Jaime Suárez o La Llorona, un blanco de Godello elaborado en el Bierzo por la enóloga Verónica Ortega.