Bolsa, mercados y cotizaciones
Las siete arriesgadas vías que tiene el Reino Unido para taponar la 'hemorragia' de la libra
- El Banco de Inglaterra parece poco inclinado a un movimiento agresivo
- El mercado seguirá presionando tras retroceder la libra un 20% este año
- Los recortes fiscales de Truss ponen en un brete cada vez mayor al BoE
Mario Becedas
En una escena de épocas lejanas en una economía avanzada, tanto el gobierno británico como el Banco de Inglaterra (BoE) tuvieron que salir este lunes a la palestra para, como mínimo, pronunciarse sobre el desplome de la libra. Aunque las declaraciones fueron escuetas y no profundizaron mucho en el problema, el síntoma es preocupante. Pese a que la comparativa con los países emergentes pueda sorprender al tratarse de Reino Unido, el desplome del 20% en lo que va de año de la libra ha despertado las alarmas y se antoja difícil que las autoridades no tengan que tomar algún tipo de medida. Pese a que hay diferencias con el caso de Japón y el yen, el mercado está 'pidiendo' algún tipo de intervención.
Desde principios de la década de 1990, las crisis monetarias típicas de los mercados emergentes han provocado una caída de los tipos de cambio cercana al 50-80%. El Reino Unido aprendió de su experiencia con el MTC (Mecanismo de Tipos de Cambio) II en 1992 -se hundió con la apuesta en corto de George Soros- y desde entonces ha aplicado un régimen de libre flotación de las divisas, lo que ha impedido que la libra esterlina sufriera algunos de los enormes ajustes de las divisas de los mercados emergentes mencionados anteriormente. Sin embargo, lo ocurrido estos días tras anunciar el gobierno de Liz Truss ingentes recortes de impuestos puede definirse como "mercado desordenado", según los analistas de ING. Y esos mercados generalmente provocan una respuesta de los responsables políticos.
Chris Turner, estratega del banco 'naranja', comenta en una nota que las declaraciones ayer de las autoridades británicas fueron una tibia forma de "comprar tiempo" para la libra. "Para una importante moneda de reserva, es normalmente difícil mantener estos altos niveles de volatilidad durante periodos prolongados, pero la libra esterlina podría intentar desafiarlo. Decimos esto porque los responsables políticos del Reino Unido han intentado ganar tiempo para la libra: a) el Tesoro del Reino Unido prometiendo una evaluación presupuestaria adecuada el 23 de noviembre por parte de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR) junto con un plan fiscal a medio plazo y b) el Banco de Inglaterra prometiendo tener en cuenta todos los movimientos del mercado cuando decida la política monetaria el 3 de noviembre", explica.
El mercado llegó a apostar casi 200 puntos básicos de subida de tipos telegrafiando una reunión de emergencia del banco central. Las apuestas contemplaban unos tipos por encima del 6% en la primavera de 2023 -ahora mismo están en el 2,25%.
No obstante, para el experto, entre seis y nueve semanas es mucho tiempo en los mercados de divisas y el lunes los inversores se sintieron decepcionados por la falta de una subida de tipos de emergencia por parte del BoE. Este retraso hasta noviembre en la respuesta política, incide Turner, deja a la libra esterlina vulnerable. "Salvo que se produzca un cambio radical en las expectativas de la Fed o una dinámica de desaceleración del crecimiento, diríamos que el cable (nombre del cruce libra/dólar en la jerga financiera) podría volver a tocar 1,0350 (mínimo del lunes) durante el próximo mes", sentencia Turner. La divisa recupera este martes algo de tono asomándose a los 1,08 dólares, pero el 'fantasma' de la paridad sigue muy cerca.
"Han aumentado las especulaciones sobre una reunión del BoE para elevar rápidamente el tipo de interés oficial y contrarrestar la drástica caída de la libra. Estas especulaciones fueron desmentidas por el BoE, pero al mismo tiempo el banco dijo que no dudará en subir los tipos de interés 'en la medida en que sea necesario'. Los mensajes pueden parecer un poco contradictorios, pero probablemente deberían interpretarse como que el BoE se compromete a actuar con firmeza contra la inflación, pero no a fortalecer la libra", indican los analistas de SEB.
"Aunque no esperamos una subida entre reuniones, vemos un elevado riesgo de que se produzca para enfriar los mercados y evitar una dinámica excesiva del IPC. Para empezar, esperamos una reacción de los miembros del Comité de Política Monetaria durante la próxima semana para intervenir verbalmente. Por lo tanto, vemos una fuerte subida en el resto de la senda de tipos", complementan desde Danske Bank.
Aunque parece quedar manifiesto que el BoE evitará en lo posible movimientos agresivos en respuesta a esta 'hemorragia', la dinámica de recorte de impuestos del gobierno de Truss amenaza con poner al banco central en un brete cada vez mayor. Por eso, los estrategas de ING recogen siete posibles vías para cauterizar el daño:
Giro fiscal
"Los comentarios realizados por el gobierno británico durante el fin de semana, según los cuales el Tesoro está estudiando nuevas exenciones fiscales en los próximos meses, sugieren que es poco probable que los ministros cambien de rumbo de forma inminente. Pero la creciente presión, quizá unida a los comentarios de las agencias de calificación en las próximas semanas, significa que los inversores buscarán señales de un giro político al menos parcial. Es posible que los ministros insistan en que las medidas fiscales irán acompañadas de recortes del gasto, y en los periódicos de hoy hay indicios de ello", exponen.
"Tampoco descartaríamos que el Gobierno estudie con más detenimiento un impuesto más amplio sobre los productores de energía, algo a lo que la primera ministra ha señalado que se opone. Una política de este tipo reduciría materialmente la cantidad de emisión de gilts (bonos soberanos) necesaria para el próximo año", señalan. Cabe recordar que el desplome de este lunes vino porque el canciller del gobierno -ministro económico-, Kwasi Kwarteng, adelantó que habría más recortes fiscales, aunque sin precisar cuáles.
El Banco de Inglaterra suspende el QT
"Primero la inflación, luego las preocupaciones fiscales y, finalmente, una carrera más amplia sobre la libra esterlina y los activos denominados en libras esterlinas. En los tres casos, los gilts han estado en el extremo equivocado del palo. Una preocupación especial para los gilts es la cooperación política entre el Banco de Inglaterra y el Tesoro. Ya sea en materia de inflación, fiscalidad o confianza en la moneda, los mercados tienen la clara e inquietante impresión de que las dos instituciones encargadas de la gestión económica del país trabajan con propósitos opuestos. Los gilts están atrapados en el fuego cruzado. A pesar de esta lista de preocupaciones macroeconómicas legítimas, también sospechamos que la magnitud del movimiento de los gilts de estos últimos días (que suman aproximadamente 100 puntos básicos en el extremo delantero de la curva en dos días) se ha visto magnificada por el empeoramiento de la liquidez", apuntan desde ING.
"Llevamos todo el año destacando el deterioro de las condiciones de negociación de los gilts. El BoE ha echado más leña al fuego al tratar de reducir sus tenencias de gilts. En un entorno en el que los inversores privados están justificadamente nerviosos por el aumento de la emisión de gilts, y también por el aumento del riesgo de los gilts, el Banco de Inglaterra está aumentando la oferta de gilts, y pronto realizará ventas directas. En nuestra opinión, una 'fruta madura' sería suspender el ajuste cuantitativo hasta que las condiciones del mercado mejoren", agregan.
Subida de tipos de emergencia del BoE
"El desplome de la libra esterlina en los últimos días ha despertado, como era de esperar, las expectativas de una subida de tipos entre reuniones. Esto no debería descartarse, aunque sospechamos que el comité será reacio. La decisión del pasado jueves del Banco de Inglaterra -unos 50 puntos básicos de subida- sugiere que el banco está -con razón o sin ella- menos preocupado por la libra esterlina de lo que muchos comentarios del mercado sugieren. A título orientativo, la caída del 7-8% de la libra esterlina ponderada por el comercio desde principios de agosto, si persiste, añadiría entre 0,6-0,8 puntos porcentuales a la inflación en su punto máximo. Esto no es insignificante, pero ¿es suficiente por sí mismo para necesitar una subida entre reuniones? Probablemente no. Pero la pregunta clave es si una subida de tipos de emergencia serviría de mucho. Ciertamente, tendría que ser audaz, y probablemente superior a 75 puntos básicos. Una subida de tipos atrevida también provocaría más complicaciones", reflexionan estos expertos.
"Unas subidas de tipos de la magnitud que ahora valoran los inversores empezarían a ser muy problemáticas para los titulares de hipotecas y las empresas endeudadas. Si bien la gran mayoría de las hipotecas del Reino Unido son fijas, alrededor de un tercio de ellas tienen un plazo inferior a dos años. En cuanto a las empresas, el Banco de Inglaterra estimó el año pasado que una subida de tipos de 400 puntos básicos (desde casi cero) llevaría la proporción de empresas con ratios de cobertura de intereses bajos a un nivel récord. En primer lugar, es más probable que veamos que la actitud agresiva del Banco de Inglaterra se canaliza a través de los discursos de esta semana, haciendo hincapié en que puede actuar con más fuerza si es necesario en noviembre. De hecho, el péndulo se inclina cada vez más hacia una subida de 75 puntos básicos (o quizás más) en esa reunión. También diríamos que el Banco de Inglaterra puede estar psicológicamente marcado por los acontecimientos de 1992, cuando las subidas de tipos defensivas no lograron mantener a la libra esterlina en el mecanismo del MTC II", ponen sobre claro. "El recuerdo de la debacle del MTC hace improbable la aplicación de tipos de emergencia para defender la libra, pero se avecinan subidas de tipos programadas más agresivas", matiza Paul Donovan, estratega de UBS, en un comentario.
Intervención en el mercado de divisas
"La semana pasada, Japón intervino para apoyar su moneda por primera vez desde 1998. No creemos que la intervención de divisas sea una opción creíble para el Reino Unido. El Reino Unido sólo cuenta con unas reservas netas de divisas de 80.000 millones de dólares, men'os de dos meses de cobertura de importaciones. El 'adagio en los mercados de divisas es que ninguna intervención es mejor que una intervención fallida. En cambio, es posible que veamos un interés creciente en la reunión de banqueros centrales y ministros de finanzas del G-20 del 12 de octubre", consideran desde el banco holandés.
Líneas de canje del dólar
"Normalmente, en una crisis monetaria, oímos hablar de la necesidad de un acceso adicional a la financiación en dólares a través de líneas de swap en dólares. Como referencia, el Banco de Inglaterra ya tiene un swap de dólares permanente e ilimitado con la Reserva Federal. Sin embargo, estas líneas están diseñadas para proporcionar apoyo a los desafíos de financiación en dólares y no para las necesidades de la Balanza de Pagos. La financiación en dólares no parece ser un problema para los bancos del Reino Unido, pero el Banco de Inglaterra podría tomar una medida preventiva en este sentido reintroduciendo una subasta de dólares a 84 días, además de la actual facilidad de 7 días", explican los analistas.
Línea de crédito flexible del FMI
"Dadas las numerosas referencias al presupuesto británico del viernes, que es el más generoso desde el presupuesto de Barber de principios de los años 70, desgraciadamente se establecerán comparaciones con la solicitud de rescate del Reino Unido por parte del FMI en 1976. Suponemos que el estigma de acudir al FMI provocaría algunos ajustes agresivos de la política británica de antemano, pero sólo como referencia, un crédito de buena calidad, Chile, (con calificación soberana A/A-) recibió recientemente una Línea de Crédito Flexible (LCF) "preventiva" de 18.000 millones de dólares del FMI, uniéndose a países como Colombia, México, Perú y Polonia. La LCF de Chile fue ocho veces superior a su cuota en el FMI", contextualizan.
Sin embargo, aclaran, "el hecho de que el Reino Unido reciba ocho veces su cuota del FMI (200.000 millones de dólares) parece poco probable, ya que, según algunas estimaciones, el FMI ya ha prestado un total de 144.000 millones de dólares, y la falta de condicionalidad de una LCF puede no ser una buena señal dada la naturaleza de la crisis de la libra esterlina".
Control de capitales
Los estrategas de ING reconocen que esta opción es muy poco probable. "Los controles de capital han sido utilizados por Rusia este año para apoyar el rublo. Pero Margaret Thatcher desmanteló los controles de capital en el Reino Unido en 1979. Una reversión de tales medidas sería un anatema total para la agenda de desregulación y liberalización del nuevo gobierno de Truss", precisan.