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Las cuatro 'agujas' que están pinchando la burbuja bursátil del coche eléctrico


    elEconomista.es

    Las acciones de vehículos eléctricos seguían cogiendo velocidad en una carretera despejada tras un año excelso hasta que han aparecido los baches. Algunos analistas advertían de que esta desbocada carrera tendría que corregirse porque son demasiados los competidores implicados y porque la implantación del coche eléctrico se prevé rápida, pero no utópicamente inmediata. Revisando bajo el capó, aparecen las cuatro 'agujas' que están pinchando esta burbuja.

    La última de estas 'agujas' ha sido la inflación. Este miércoles los títulos cayeron con fuerza en todo el sector arrastrados por la preocupación en torno al elevado dato registrado por EEUU, una subida del 4,2% interanual. La caída media de los valores de vehículos eléctricos del grupo seleccionado por los analistas de Barron's fue del 3%. Tesla, el líder del sector, se dejaba más de un 4% y cerraba por debajo de 600 dólares la acción. Todo eso antes de su desencuentro con el bitcoin que le ha hecho retroceder aún más en la sesión de este jueves.

    Una inflación elevada tiende a perjudicar las valoraciones de las acciones, especialmente las de las empresas de crecimiento con precios altos que se espera que generen la mayor parte de sus flujos de caja en un futuro lejano. Una mayor inflación implica un mayor rendimiento de los bonos, lo que reduce el valor actual de los flujos de caja futuros, en parte porque unos tipos más altos dan a los inversores la opción de ganar más intereses por su dinero en este momento.

    Pero no todo es la inflación ni sus datos más recientes. Las acciones de Tesla han bajado un 34% desde su máximo de 52 semanas en enero. La caída media desde los máximos de 52 semanas para el resto de las empresas de vehículos eléctricos es de alrededor del 70%. Es notorio que los inversores no tienen apetito por los valores más especulativos y de mayor crecimiento en el entorno actual.

    Las acciones de Churchill Capital IV, la SPAC que se fusionó con Lucid, llamada a ser rival directa de Tesla, han bajado un 73% desde su máximo de 52 semanas. A su vez, las acciones de Hyliion han bajado un 86% y los fabricantes chinos de vehículos eléctricos NIO, XPeng y Li Auto han retrocedido una media del 45%.

    ¿Qué otras 'agujas' han estado pinchando la burbuja? La primera es la ya referida advertencia de los analistas: demasiada competencia. El aumento de las firmas volcadas en esta transición, con emblemáticos fabricantes de automóviles tradicionales invirtiendo miles de millones en el desarrollo de vehículos eléctricos, ha sido un problema. El mercado será grande y los gobiernos están ayudando, pero no hay tanta 'tarta' para todos.

    La segunda 'aguja' ha sido la escasez mundial de semiconductores, que está limitando la producción de automóviles en todo el mundo, lo que dificulta que los fabricantes de vehículos eléctricos se beneficien de una demanda de automóviles al alza y del aumento del precio de la gasolina.

    El tercer 'pinchazo' viene más del entramado bursátil que del propio sector. Muchas de las nuevas empresas de vehículos eléctricos se hicieron cotizadas a través de las SPAC, un vehículo que suscitó un auténtico frenesí a principios de año pero que ahora se ha enfriado y está pasando por dificultades.

    Una docena de las SPAC vinculadas al coche eléctrico de las que hacen seguimiento desde Barron's han bajado un 15% de medio en el último año y solo cinco se mantienen por encima del precio de 10 dólares por acción de la fusión: Lucid, Fisker, Arrival, QuantumScape y Nikola. Eso puede significar que son las pocas ganadoras de esta carrera o que todavía tienen más margen de caída.