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Limbo o infierno: en qué nivel promediar los valores del Ibex

  • El objetivo es batir la resistencia que hay en los 7.663 puntos
Imagen: iStock.

Fernando S. Monreal, Joan Cabrero
Madrid,

Descolgado del comportamiento de los grandes índices europeos y, evidentemente a años luz de los selectivos estadounidenses, el Ibex 35 se encuentra bajo el dominio bajista desde que a comienzos de junio fracasó en su intento de batir la resistencia de los 8.000 puntos, en una fase correctiva que mucho nos tememos podría llevarlo a buscar apoyo bien a los mínimos de abril y mayo, en los 6.420 puntos, en lo que sería el limbo, o bien podría incluso devolverlo a los precios mínimos que se vieron durante el pasado mes de marzo, en niveles del entorno de los 5.800 puntos, en lo que sería una situación de infierno en la renta variable española.

Para descartar una vuelta al infierno que sería ver de nuevo al Ibex 35 en los mínimos de marzo, que se encuentran a un 17% de niveles actuales, lo mínimo que se debe exigir es que se produzca un eventual rebote que consiga batir la importante resistencia que presenta el índice en los 7.663 puntos. Se podrá descartar una vuelta a niveles de abril y mayo en los 6.420 puntos si el Ibex logra, al menos, romper las resistencias que se encuentran ahora en los 7.385 puntos.

Sea como sea, cada vez parece más complicado que el Ibex 35 pueda recuperar los niveles de techo del Covid-19 en la zona de los 10.100 puntos y no digamos si hablamos de niveles por encima, ya que antes de que veamos eso podría pasar mucho tiempo. Esto deja a los inversores que tengan en cartera acciones españolas ante una situación muy complicada, si bien es cierto que podría relativizarse si se actúa con paciencia y, sobre todo, con mucha cabeza.

La operativa que puede plantearse para tratar de salvar los muebles es lo que se conoce como promediar a la baja, que consiste en comprar más acciones de un valor que ya se posee a importes inferiores al que se realizó la compra inicial, consiguiendo entonces comprar más títulos a mejor precio, lo que a la postre baja considerablemente el precio de compra y permitiría recuperar el capital sin necesidad de esperar un rebote que, como antes señalábamos, parece cada vez más difícil que pueda producirse en próximos meses y que podrían ser necesarios años antes de que eso ocurra.

Niveles donde promediar

En la tabla que adjuntamos abajo señalamos los niveles que consideramos óptimos para promediar en todos los títulos del Ibex 35. El primero de ellos, pensando en un escenario de menor pesimismo, en el que el selectivo español se conformara con buscar apoyo en los mínimos de abril y mayo en torno a los 6.420 puntos, que se encuentran a un 8% de distancia. El segundo de ellos, sería el idóneo para aquellos inversores que sean más negativos y prefieran esperar a gastar su munición en forma de liquidez a que se alcancen niveles de soporte, esta vez sí, de muy largo plazo, en lo que llamaríamos una recaída a los infiernos de los mínimos de marzo de 2020 o quién sabe si niveles inferiores, como serían los mínimos de 2002 en torno a los 5.300 puntos.

Banco Santander

En el corto plazo estamos vigilando la evolución de la entidad financiera más grande de España, ya que nos puede ofrecer pistas sobre el comportamiento que puede tener el Ibex 35 en las próximas semanas. Por ahora, la presión vendedora está poniendo a prueba el soporte clave que a corto encuentra el banco en los 1,77 euros, que son los mínimos que marcó en marzo y que coinciden con los mínimos del año 2009. De su mantenimiento depende que no se abra la puerta a una caída que podría buscar la zona de los 1,50 euros, que son los mínimos de 1998 y de 2002. Su alcance sería una oportunidad muy buena para comprar el Santander con una orientación de más largo plazo.

Su consejo de compra se ha visto deteriorado en las últimas semanas, pero los expertos siguen creyendo en la recuperación del beneficio de cara a 2021: fijan sus ganancias para dicho año por encima de los 4.000 millones de euros, las más elevadas de todo el selectivo.

BBVA

La cotización del BBVA ha alcanzado finalmente la zona de mínimos que marcó durante marzo en los 2,42 euros, que es el origen del último rebote y que también coincide con un soporte muy importante como son los mínimos del año 2009. Desde ahí esperamos un nuevo intento de rebote que no mostrará fortaleza ni alejará los riesgos bajistas mientras no supere resistencias de 2,83-2,76 euros. Lo que suceda en este entorno de soporte horizontal tan relevante va a ser crucial para saber si el BBVA quiere mantener intactas sus posibilidades de reordenación alcista o, por el contrario, opta por mantener su tendencia bajista con el riesgo que eso conlleva, ya que la cesión de los 2,34-2,42 euros abriría la puerta a un contexto potencialmente bajista que no encontraría soporte digno de destacar hasta la zona de los 1,50 euros, que es la base del canal bajista de largo plazo y entorno cuyo alcance sería una oportunidad inmejorable para comprar el banco con una visión de largo plazo.

En este sentido, hay firmas cuyos negocios están aguantando mejor el tirón de la pandemia de lo que lo hacen sus propias cotizaciones. Una de ellas es BBVA, que se postula a ser el banco más barato en el parqué español para 2021. De hecho, el PER, el número de veces que el beneficio obtenido está recogido en el precio de la acción, que se le estima para dicho año es el más barato entre sus homólogos españoles y el tercero más bajo de entre las grandes entidades financieras del Stoxx 600.

Telefónica

A corto plazo es probable que la teleco española intente formar un nuevo rebote tras alcanzar los mínimos que marcó en marzo en torno a los 3,40 euros, pero mucho nos tememos que eventuales alzas pueden ser muy vulnerables y previas a una continuidad bajista que podría buscar en próximos meses la zona de los 2,55 euros, que es el objetivo teórico de caída que surge de proyectar la amplitud del patrón bajista que confirmó meses atrás al perder soportes de 5,10 euros.

El fracaso de las inversiones en Latinoamérica, el peso del sobreendeudamiento, la fuerte competencia en el mercado doméstico y la baja rentabilidad de un negocio maduro en general han ido mermando a Telefónica, que hoy vale en bolsa apenas una cuarta parte de lo que Deutsche Telekom pese a que prácticamente llegó a duplicar su tamaño hace 10 ejercicios. Un hecho que no evita que la española se mantenga entre las compañías del indice que más ganancias netas obtendrán en 2020 al esperarse para ella 2.259 millones de euros.

Repsol

La cotización de Repsol podría buscar en próximas semanas la zona de soporte horizontal que presenta en los 5,50 euros, que son los que frenaron las caídas en marzo y que coinciden con los mínimos del año 2009. El alcance de ese soporte podría ser una oportunidad para comprar el título. Solamente si se pierde ese soporte valoraríamos el alcance de soportes de largo plazo que encuentra en los 4 euros, que son los mínimos del año 2002 y que es el precio de compra para aquellos que busquen un contexto de infierno en la bolsa española.

La petrolera española se presenta como la blue chip del índice español que tiene una mejor recomendación para los analistas que la siguen y en la que más confían los expertos de cara a los siguientes doce meses. De hecho, hasta las firmas de inversión más pesimistas le ven un recorrido en bolsa de doble dígito para el año que viene al valorar sus acciones más de un 10% por encima de los niveles a los que cerraba este viernes.

Además su PER también se espera que se sitúe entre los más bajos del índice de cara a 2021. No en vano, el consenso de mercado recogido por FactSet pronostica que su multiplicador de beneficios quedará ese año ligeramente por encima de las 7 veces.

Iberdrola

Iberdrola es, sin duda, el título más fuerte dentro del Ibex 35 y en este caso vemos muy complicado que una eventual corrección pueda llevar al valor a buscar los mínimos de marzo en la zona de los 7,50 euros. Seríamos partidarios de comprar mucho antes, si hay una corrección a los 9,50-10 euros y en el peor de los casos vemos caídas hacia los 9-9,25 euros. Hablamos de niveles cuyo alcance supondría un ajuste del 50% de toda la subida desde los mínimos de marzo en los 7,60 euros y de una corrección de dos terceras partes de todo ese movimiento alcista.

Precisamente esta fortaleza por técnico es la que está apoyando que el valor este peleándose con Inditex por detentar el puesto de compañía más grande de España. De hecho, su tamaño es tal que junto a la firma textil ya alcanzan una ponderación del 30% en el selectivo español de referencia.

Inditex

El alcance del rango de soporte que encuentra la compañía textil en los 21,50-22 euros lo veríamos como una oportunidad muy buena para comprar el título en busca que desde ahí logre retomar su tendencia alcista de largo plazo. Si pierde ese rango de soporte, que coincide con lo que es una corrección de dos terceras partes de todo el último gran movimiento alcista que nació en los mínimos de marzo, consideramos que, en el peor de los casos, veremos caídas que podrían buscar precisamente esos mínimos del año en los 18,50 euros.

La firma textil registra su ejercicio más bajista en bolsa desde la crisis financiera de 2008 al dejarse en el parqué sus acciones más de un 25% desde el primero de enero. Un descenso que le ha servido para atraer a los analistas, que ahora aconsejan en una mayor proporción adquirir sus acciones.

Amadeus

La zona de mínimos de marzo en torno a los 35 euros es difícil que vuelva a ser alcanzada aunque esto es algo que todavía no se puede descartar, sobre todo si pierde los 40 euros. En un contexto de infierno en la bolsa española consideramos que las caídas no van a profundizar más allá de soportes de 30 euros, que son los mínimos del año 2016.

Las previsiones de los analistas la sitúan como una de las compañías que registrará unas pérdidas más abultadas del Ibex 35 en 2020. No es para menos a tenor de la extensión de los rebrotes por Covid-19 y las crecientes limitaciones para viajar que han llevado a algunas aerolíneas a reducir hasta un 20% de su oferta para los meses de septiembre y octubre. Pese a ello, la confianza de los expertos en ella es ahora mayor a la que tenían a comienzos de año.

Caixabank

En un contexto bajista no descartamos que CaixaBank vuelva a poner a prueba el soporte que presenta en los 1,50 euros, que son los mínimos que ha marcado este 2020 y que coinciden con los mínimos del año 2016. Una vuelta ahí sería probable si pierde los 1,80 euros, que es el origen del último rebote de corto plazo que se ha visto frenado en la resistencia de los 2,10 euros, que es la que debe batir junto con los 2,21 euros para confiar en alzas hacia los 2,40 y 2,55 euros. En un escenario de vuelta al infierno, CaixaBank no encuentra soportes de largo plazo hasta los 1,33 euros y 1 euro, que son los mínimos del año 2012 y los mínimos históricos del año 2009, respectivamente.

La firma con sede social en Palma de Mallorca se ha convertido en el valor favorito del sector bancario en el Ibex para los analistas, por delante incluso de Banco Santander a quien saca cada vez más distancia en este sentido. Y es que, a diferencia con la entidad presidida por Ana Patricia Botín, el consenso de mercado no ve a CaixaBank registrando pérdidas en 2020.