Televisión

Aldama no estará en 'La Revuelta' la semana que viene pero no descartemos que Broncano visite los telediarios

Broncano, arma de intoxicación masiva de Pedro Sánchez

En Informalia lo vimos venir antes que nadie, avisamos desde finales de febrero y algunos no nos creían. Ahora ya, cuando los telediarios de TVE usan a Broncano como arma de intoxicación masiva, es difícil negarlo. La política es un circo en el que las estrellas no siempre son los políticos. A veces, los titiriteros se convierten en útiles herramientas del aparato de propaganda para distraer al público de los verdaderos escándalos. Y ahí entra David Broncano, la marioneta mejor pagada de Moncloa. Porque si algo nos ha enseñado esta semana es que, con suficientes cámaras y ruido mediático, incluida la red social de Elon Musk se puede convertir el berrinche de un humorista en tema de Estado, relegando a las sombras denuncias como las de Víctor de Aldama, quien acusa a altos cargos del Gobierno de embolsarse comisiones como si fueran caramelos. ¿Pero quién quiere hablar de eso cuando podemos debatir sobre un piloto de MotoGP y un presentador ofendido?

Broncano, herramienta del nuevo Panem et circenses del sanchismo, se plantó en La Revuelta para denunciar lo que calificó como un atentado contra la libertad televisiva: que un piloto de MotoGP cancelara su participación en su programa por presiones de El Hormiguero. "Nos han boicoteado", proclamó, como si estuviera desenmascarando a una mafia internacional. ¿La realidad? Un malentendido entre agentes de un piloto que tenía compromisos con ambos programas. Pero en la guerra televisiva, y más cuando hay política de por medio, todo vale.

RTVE, esa fábrica de cortinas de humo, que nos cuesta 1.260 millones de euros al año, aprovechó la oportunidad para elevar la queja de Broncano al estatus de tragedia nacional. La rejilla de TVE, de la mañana a la noche, y sus grandes espadas, dedicaron titulares, análisis, tertulias y hasta metáforas con ciervos y serpientes para llenar minutos de programación. Todo mientras Aldama señalaba con nombres y apellidos a altos cargos del Gobierno por recibir comisiones. ¿Será que los ciervos tienen más tirón?

No olvidemos que Broncano aterrizó en RTVE por obra y gracia de Moncloa. Su fichaje fue una jugada ejecutada por José Pablo López, entonces director de Contenidos de la Corporación, para contrarrestar a Pablo Motos, ese incómodo crítico del Gobierno al que llevan tiempo intentando silenciar. La Revuelta, con su contrato multimillonario (14 millones de euros por temporada, nada menos), fue diseñada como un escaparate juvenil y moderno, la herramienta perfecta para desactivar a Pablo Motos, arrastrarle por el fango, destruir su imagen y despedazarle ante la opinión pública matándole como muere Marlon Blando en el final de Viva Zapata, de Elia Kazan, destrozado a cañonazos (de momento, mediáticos).

Este sábado nos encontramos columnistas próximos al Gobierno insinuando que el Grupo Planeta, uno de los socios de Atresmedia, utiliza sus premios para ayudar a Pablo Motos en sus presuntas presiones y casi chantajes a los invitados para que no vayan a La Revuelta. Como si el Grupo Prisa concediera todos sus Ondas con intachable independencia, como el que le dieron a Jorge Javier Vázquez cuando Mediaset les compró Cuatro, un premio que le encantó a Carles Francino; o como si Pedro Sánchez no tuviera premios que entregar, publicidad que repartir, programas que entregar a productoras amigas, licencias que poner y quitar y resortes para hacer la vida muy difícil a sus críticos: que se lo pregunten a Motos.

Broncano está encantado con la guerra que ha montado porque sus audiencias, impresionantes, ya no eran las mismas que cuando empezó. Había que buscar un nuevo plan: la polémica. Así nació el episodio del piloto perdido, que terminó con Broncano como mártir mediático y Moncloa afilando su cuchillo contra Motos. "Compañeros del Hormiguero, así no se juega", dijo Silvia Intxaurrondo en La mañana de La 1, dedicando minutos al asunto. Porque este viernes, para la presentadora, cuando se hablaba de "tirar de la manta", no nos estaba hablando de Aldama: un piloto ausente es mucho más grave que acusar a ministros de embolsarse mordidas.

La cortina de humo perfecta

Mientras Broncano se rasgaba las vestiduras en prime time y Twitter explotaba con memes y hashtags, el caso Aldama quedaba un poquito sepultado en TVE. Porque nada distrae mejor que un buen culebrón televisivo. Lo curioso es que esta estrategia ya no sorprende: lo vimos con la campaña contra Motos desde el Ministerio de Igualdad en 2022, cuando un anuncio institucional se ensañó con un presentador ficticio que, casualmente, parecía sacado de El Hormiguero. La táctica es clara: si no puedes ganar en audiencia, destruye la imagen del rival. Es el clásico manual del mamporrero político, donde cualquier medio es válido para distraer, polarizar y controlar la narrativa. Y en este caso, Broncano es el títere perfecto: carismático, querido por el público joven y dispuesto a levantar la voz por cualquier "injusticia" que beneficie a quienes manejan los hilos. Entre tanto ruido, Víctor de Aldama, con sus graves acusaciones de corrupción contra altos cargos del Gobierno, quedó en el Telediario del viernes a la altura de la pataleta de Broncano, como si un hombre acusando al Gobierno de embolsarse millones en sobres fuera menos importante que un piloto eligiendo entre dos programas de televisión.

El papel de Broncano en la maquinaria del régimen

Al final, Broncano no es más que una herramienta en un esquema mayor. Su berrinche por el piloto perdido no es solo una pataleta; es un movimiento calculado dentro del tablero político de Moncloa. Mientras se viralizan sus quejas y los tertulianos se indignan, Pedro Sánchez y compañía ganan tiempo y desvían la atención de temas que realmente importan, como las denuncias de corrupción. Y por supuesto, los pedazos de Pablo Motos caen esparcidos por los platós de la televisión pública. La próxima semana, Aldama no estará en La revuelta. Eso es seguro. Pero no descartemos que Broncano termine siendo invitado especial en el Telediario, proclamado héroe nacional por su "valiente lucha" contra los malvados de Antena 3.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky