José Fernando atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida. El hijo adoptivo de José Ortega Cano y la desaparecida Rocío Jurado se ha visto obligado a despedir a su ex, Michu, fallecida el pasado lunes por la tarde a la edad de 33 años. La madre de su hija Rocío sufría una enfermedad congénita que afectaba a su salud cardiovascular y por la que ya había sido intervenida en 2018, a la espera de someterse a un trasplante que, finalmente, no ha llegado. La madre de la gaditana contó este martes que su hija había sufrido "varios infartos". El hermano de Gloria Camila llora su muerte.

A sus 32 años, José Fernando se enfrenta a un nuevo bache personal tras la muerte de su madre en 2006 y a la encarcelación de su padre en 2013, experiencias que lo llevaron a juntarse con malas compañías y a caer en las adicciones. Era muy joven cuando empezó a consumir cannabis, alcohol y cocaína, lo que, asociado a sus problemas psiquiátricos asociados, agravó sus problemas hasta el punto de tener que recibir atención especializada. Un informe médico que en su momento recogió Libertad Digital señalaba que el "déficit intelectual sumado a su trastorno mental y el consumo de sustancias" limitó "gravemente" al joven.

En 2014, ingresó de forma voluntaria en el Instituto Hipócrates, cerca de Barcelona, donde recibió un intenso tratamiento que le funcionó de manera temporal, pues llegó a sufrir varias recaídas que lo llevaron a probar otros centros ubicados en Albacete, Madrid y Sevilla. Actualmente, José Fernando continúa ingresado en el Centro San Juan de Dios de Ciempozuelos, en Madrid, hospital psiquiátrico especializado en salud mental, por orden judicial. Fue precisamente en este lugar donde le pilló la triste noticia del fallecimiento de Michu.

El entorno del joven se encuentra muy preocupado por cómo afrontará a partir de ahora la ausencia de Michu, quien en su momento pidió a Ortega Cano que cuidara de su nieta si algún día le ocurría algo. Este miércoles, Inma, la madre de la fallecida, ha confirmado que será ella quien se haga cargo de la pequeña. Por el momento, José Fernando ha podido obtener algunos permisos, el último, para despedir a madre de su hija este martes, cuando se le vio muy afectado, junto a Gloria Camila, en las calles de Arcos de la Frontera, a la espera del funeral.

A su llegada al domicilio familiar, él y su hermana fueron recibidos por Tamara, hermana de Michu, a quien abrazaron con emoción y palabras de consuelo. La escena, cargada de tristeza y empatía, se ha desarrollado a las puertas de la casa, donde la hija de Ortega Cano, junto a su novio, Álvaro García, y una amiga, permanecieron conversando con la familiar de la víctima. El joven accedió al interior para reencontrarse con su hija. La presencia y el apoyo de los Ortega en Arcos de la Frontera subrayan la importancia de la unión familiar ante la adversidad, a la espera de conocer el futuro definitivo de una niña que, con solo siete años, ha perdido a su madre, mientras su padre permanece lejos, centrado en encauzar su propia vida.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky