
Sergio Dalma, es uno de los artistas con más proyección internacional, que disfruta de su vida al lado de su novia, María Aguiñica. Aprovechando los escasos momentos de descanso de que dispone el cantante, aprovecharon para renovar vestuario de cara a la próxima temporada disfrutando de una tranquila jornada de compras.
Sergio Dalma está disfrutando al máximo uno de sus mejores momentos, tanto a nivel profesional como personal. Tras demostrar que era un artista en el festival de Eurovisión, en 1991, que supuso un trampolín hacia el éxito, volvió a poner de moda las tiernas baladas, ideales para bailar pegados.
Su primer álbum, Esa chica es mía le dio a conocer, pero fue la balada Bailar Pegados, incluida en su segundo trabajo, Sintiéndonos la piel, le encumbró. Después llegaron otros discos y, con ellos, más éxitos: Adivina, Sólo para ti o Cuerpo a cuerpo su quinto disco, en el que participó en la creación de algunas letras. Nadie como Sergio Dalma ha sabido cantar al amor y al desamor con tanta fuerza, recuperando, al mismo tiempo, el encanto por los intérpretes solistas, en un momento en el que estaban algo olvidados.
Separado de la modelo Maribel Sanz, con la que tiene un hijo, Sergi, ha conseguido reflejar sus sentimientos, plasmar su estado de ánimo y transmitirlo con las mejores palabras. En la actualidad se encuentra inmerso en la gira de su último trabajo YoEstuveAllí, un doble CD+DVD grabado en directo en la plaza de toros de Las Ventas el pasado 20 de septiembre, como celebración de sus 25 años en el mundo de la música. En este concierto el artista catalán repasa las canciones más importantes de su carrera y cuenta con la colaboración de buenos amigos como Pablo Alborán, Vanesa Martín o Nek.
En cuanto al terreno personal, ha conseguido encontrar la estabilidad deseada al lado de su novia, María Aguiñica. Esta atractiva rubia ha dado tranquilidad al artista, tiene dos hermanos mellizos menores que ella y es Licenciada en Derecho, igual que su padre. Su último trabajo, antes de irse a vivir con Dalma ha sido como dependienta en una tienda situada en el barrio de La Prosperidad en la capital.
Precisamente es a ella la que le dedica los escasos momentos libres que le permiten sus compromisos profesionales. La pareja disfrutó de un tranquilo paseo con su perro, un cachorro de raza Weimaraner que se ha convertido en compañero inseparable de la pareja.
El afamado cantante lució su habitual imagen de seductor con vaqueros, jersey de cuello vuelto y americana, mientras que su novia escogió unos pitillos negros, botines y cazadora de piel verde.
Visitaron algunas tiendas de la Milla de Oro de la capital donde aprovecharon para darse algún caprichito de cara a la temporada de invierno.
Durante el recorrido, una admiradora se percató de la presencia del artista y no dudo en hacerse numerosas fotos con su móvil. Fue la propia María la que ejerció de perfecta fotógrafa.