Empresas y finanzas
Villarejo llegó a espiar para BBVA llamadas del entonces presidente del BCE, Jean-Claude Trichet
- El excomisario reconoce el "rastreo técnico" de una conversación de Trichet
- El interlocutor de la conversación interceptada era el exministro Solbes
Eva Díaz, Fernando Tadeo
Las presuntas labores de espionaje que realizó el excomisario José Manuel Villarejo para BBVA entre finales de 2004 e inicio de 2005 traspasaron las fronteras españolas. El policía ya jubilado reconoce en uno de los informes que redactó para el banco que entonces presidía Francisco González (FG) que se "rastreó" una llamada cuyos interlocutores eran el entonces presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, y el exministro de Economía socialista, Pedro Solbes. "En otro orden de cosas, se ha detectado un interesante contacto entre Solbes y Jean-Claude Trichet", redactó el excomisario en uno de los escritos de seguimiento sobre los trabajos que realizó para la entidad con el objetivo de frenar la entrada de Sacyr en el capital de BBVA y el consiguiente descabalgamiento de González de la presidencia.
El exinspector informó que, entre los temas tratados, se habló de los altos precios de la vivienda en España (el país estaba en pleno boom inmobiliario). Para conocer la conversación, Villarejo admite en el documento al que ha tenido acceso elEconomista que "un rastreo técnico permitió conocer algunos detalles de dicha charla". De hecho, el exinspector apunta a la existencia de un documento con el contenido de la conversación.
El excomisario realizó escuchas a comisarios europeos, ministros españoles y los presidentes de entidades bancarias españolas, entre otros
Ésta no fue la única llamada intervenida a altas instancias europeas. El excomisario también escuchó conversaciones del entonces comisario de Economía de la Comisión Europea (CE), el socialista Joaquín Almunia, y con el que en su día fue vicepresidente de BBVA, Jesús María Cainzos, siempre según los propios documentos de Villarejo.
La intervención de ambas llamadas forma parte de las más de 16.000 conversaciones pinchadas por Villarejo en el marco de los trabajos que realizó para la entidad. Entre los espiados estuvieron la entonces vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; el exjefe de la Oficina Económica de La Moncloa, Miguel Sebastián; el exministro de Industria, José Montilla; el exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato; o el exvicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Carlos Arenillas. El expolicía también controló a decenas de empresarios como el expresidente de Sacyr, Luis del Rivero, o el exaccionista de la constructora, Juan Abelló. La gran banca española del momento tampoco se libró de los tentáculos del expolicía y, según consta en un listado del excomisario de más de 7.500 llamadas pinchadas en enero de 2005, se intervinieron conversaciones de La Caixa, Banco Sabadell, Caja Madrid, Banco Popular, Banesto, Bankinter o Unicaja, tal y como adelantó en su día este periódico.
Cerco judicial
El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, investiga desde enero, en una pieza separada, el presunto espionaje masivo que Villarejo realizó para BBVA y si su ahora presidente de honor, Francisco González, fue el responsable de la contratación del excomisario. Cabe destacar que los trabajos se realizaron con el fin de evitar la caída de FG de la presidencia ejecutiva. Esta es la segunda pieza que el magistrado mantiene abierta al banco, después de que en junio iniciara la investigación de la contratación por parte de la entidad del excomisario para espiar a la asociación de consumidores Ausbanc.
Los asuntos judiciales asfixian a BBVA y a su presidente de honor, que ya se enfrentan a una querella interpuesta por Luis del Rivero, junto con los exdirectivos del banco José Domingo de Ampuero y Vicente Benedito por el presunto espionaje. Además, Miguel Sebastián también anunció en enero medidas legales contra el banco o el máximo responsable de la relación laboral con el expolicía, para lo que ha contratado al despacho de abogados del exministro de Justicia, Francisco Caamaño. A pesar de las presiones, no solo judiciales, sino de los supervisores nacionales y europeos, el banco mantiene su ritmo en la investigación interna que lleva a cabo para esclarecer la contratación del expolicía y augura que las conclusiones tardarán un año.