
Las cuentas de UGT en Andalucía no son auditadas externamente con regularidad, según distintas fuentes consultadas por este diario tras las informaciones sobre graves irregularidades en las mismas en los últimos años que han precipitado la salida de su secretario general desde hace quince años, Manuel Pastrana. El sindicato sólo contrata a Deloitte para que haga una auditoría, cuyo alcance no se ha precisado ni por la auditora ni por la propia UGT, cuando se celebra congreso. Es decir, una vez cada cuatro años y sólo referida al ejercicio inmediatamente anterior. Medio millón de euros en un año con la visa
Actualmente están en la sede del sindicato en Sevilla realizando esa auditoría miembros de Deloitte sobre el año 2012, según las mismas fuentes. El resto del mandato de cuatro años de los secretarios generales es una comisión de control interno, formada por dirigentes históricos del sindicato sin formación específica en asuntos contables, quien hace una labor de fiscalización muy suave, según las mismas fuentes.
elEconomista trató ayer sin éxito en varias ocasiones de ponerse en contacto con portavoces de UGT Andalucía para contrastar estos extremos. Deloitte, por su parte, prefirió no hacer ningún comentario sobre su labor auditora.
La salida de Pastrana se producirá entre acusaciones de irregularidades en las cuentas, cobro de préstamos por parte de miembros de la ejecutiva que no se han devuelto, existencia de varias visas con las que esos directivos gastaron casi medio millón de euros en 2010 o pagos por parte del propio secretario general con su Visa Oro en un congreso en Suráfrica el mismo día de noviembre pasado en que el sindicato presentaba un ERE para 159 personas. Todo ello deriva de un informe pericial, encargado por los trabajadores despedidos, sobre las cuentas presentadas por el sindicato ante el juzgado que analiza el ERE.
En paralelo, se conforma ya una corriente crítica encabezada por Germán Domínguez, ganadero y líder de la Federación de Trabajadores de Enseñanza, que podría competir con el candidato oficial continuista, Francisco Fernández, actual secretario de Organización.