Abertis se ha desplazado a Brasil para demostrar que cuenta con capacidad financiera para comprar concesiones en todo el mundo por valor de hasta 8.000 millones de euros. Ante unos 150 inquietos analistas financieros, el consejero delegado de la compañía, Francisco Reynés, explicó que cuenta con una tesorería con mas activos a la venta por valor de 2.300 millones, pero que no dedicará ese dinero a repartir un dividendo extraordinario.
"Sólo pido que nos den algo de tiempo para demostrar que tenemos varias operaciones en estudio que generarán valor a los accionistas", señaló.
De hecho, Reynés presentó ayer una cartera de posibles proyectos valorados en 20.500 millones, de los que 16.500 corresponden a concesiones de autopistas y 4.000 millones a telecomunicaciones.
Aunque no avanzó qué proyectos cuentan con mas posibilidades de éxito, Abertis mantiene conversaciones avanzadas para la concesión de un túnel de peaje en la ciudad australiana de Brisbane, un proyecto de cinco kilómetros que actualmente está en manos de la banca tras la insolvencia del promotor.
La operación estaría valorada en unos 600 millones de euros. En el apartado de telecomunicaciones, Abertis se ha mostrado interesada en la compra de varias torres de telefonía móvil, pero todavía no ha presentado una oferta. "En estos momentos existen muchos proyectos en que los impulsores deben refinanciar y los bancos les exigen una inyección de capital que no pueden hacer y ahí nos ofrecemos nosotros para quedarnos con el proyecto a un precio justo", manifestó Reynés.
Carreteras en problemas
De este tipo de oportunidades, Abertis ya tiene identificadas tres en Australia y tres más en Estados Unidos, los dos países que junto a México han sido declarados atractivos por el grupo. Abertis exige a los proyectos una rentabilidad del 12%. "En otras ocasiones también podemos optar por contratos de gestión a cambio del cobro de una cantidad, ya que de esta forma los bancos consiguen no tener que contabilizar las minusvalías que deben hacer en caso de venta", argumentó el consejero delegado.
En todos los casos, el esquema de funcionamiento de Abertis en las nuevas compañías contempla la porsibilidad de acudir siempre de la mano de un socio inversor que tome el 49% del proyecto, lo que le permite retener el control. En Brasil este papel lo tiene el fondo canadiense Brookfield y en Puerto Rico, el fondo de infraestructuras de Goldman Sachs.
Venta de activos
Según Reynés, las oportunidades de compra son tan amplias que la compañía incluso valora la posibilidad de desinvertir hasta un 49 por ciento del capital de sus autopistas españolas (Acesa y Aumar, AP-7), de las de Chile y de su filial de telecomunicaciones. Por la hipotética venta de esos paquetes, la compañía podría ingresar entre 2.000 y 3.500 millones adicionales.
De cualquier modo, las declaraciones de Reynés coinciden con el fin de las concesiones de Aumar (en 2019) y Acesa (2021) y la poca voluntad mostrada hasta ahora por el Gobierno español para alargar esas concesiones a cambio de nuevas inversiones.
"En Francia hemos negociado invertir 700 millones hasta 2020 en las autopistas de Sanef a cambio de alargar la concesión entre dos y seis años", explicó.
Abertis está llevando a cabo un plan de internacionalización para evitar depender del mercado español. De hecho, durante los próximos tres años la compañía invertirá 1.400 millones de euros en las autopistas de Brasil, mientras que en las españolas sólo destinará 120 millones de euros.