
En la industria de la automoción ha comenzado a germinar una reciente preocupación sobre una de las causas que les está condenando a la acuciada caída de ventas: la demanda de coches por parte del público más joven desciende cada vez más y es que el automóvil ha dejado de ser el único símbolo de libertad de los tiempos modernos.
Para la Generación Y (comprende a quienes nacieron entre aproximadamente 1975 y 1995), a diferencia de la precedente X, tener coche propio no es ya la única forma que tienen de asomarse al mundo, como sí lo fue para sus padres. La eclosión de las nuevas tecnologías, así, disuade a buena parte de este grupo de la adquisición de un automóvil, al que han dejado de ver como un producto de primera necesidad.
Esta percepción, que se ha visto exponenciada por la difícil situación económica de los más jóvenes, el colectivo que más está sufriendo los efectos de la crisis, ha comenzado ya a notarse notablemente en las cifras del sector en ciertos mercados. En Estados Unidos, donde la Generación Y supone 75 millones de habitantes, el ratio de ventas de coches entre estos consumidores se mueve en torno al 11% del total, cuando en 2007, antes de que comenzara la recesión, se situaba en el 17%.
"Un coche es un símbolo de libertad, pero a diferencia de en años pasados, ahora hay muchas maneras distintas en las que los jóvenes pueden capturar esa libertad", explica Alexander Edwards, que preside la división de automoción de la investigadora de consumidores Strategic Vision. Otro dato revelador refrenda ese alejamiento del automóvil: en menos de 30 años, el porcentaje de jóvenes con carnet de conducir en EEUU ha descendido más de un 11%, según un estudio de la Universidad de Michigan.
¿Luchar contra el enemigo? Mejor aprovecharse de él
Por tanto, lo que se teme desde ciertos foros del sector es que la tecnología acabe por ir supliendo progresivamente las bondades 'libertarias' del automóvil sin que se nunca se lleguen a recuperar las ventas de casi 17 millones de unidades anuales de media previas a la crisis en EEUU, que cerrará 2012 con apenas 14 millones de entregas.
Los fabricantes, por su parte, llevan advirtiendo este problema en los últimos años y trabajan ya en darle una solución cuanto antes; y ya se sabe, si no puedes con tu enemigo, únete a él. De esta forma, la inclusión de tecnología en los coches lleva extendiéndose de forma masiva entre los modelos más recientes, con especial hincapié en la conectividad y redes sociales, con el objetivo de atraer a esa Generación Y que, más incluso que moverse, necesita estar conectado en todo momento.