
Tras dar por hecho los indicios de un presunto fraude fiscal, el juez José Castro, instructor del caso Nóos, asegura que la hija del Rey intervino en la contratación de trabajadores sin contrato en su palacete de Pedralbes (Barcelona).
Según dice en el auto, "si hemos de creer a los testigos, empleados del hogar familiar del matrimonio, y no hay razón alguna para no hacerlo, en su contratación intervino personalmente Doña Cristina de Borbón, anunciando a los aspirantes, cuya situación irregular en España conocía aquélla, que de ser contratados se les abonarían sus salarios en negro, accediendo a documentar las relaciones sólo cuando, tras su verbal y efectiva contratación, los empleados se lo pidieron para poder obtener el permiso de residencia, pero haciendo figurar entonces como empresa contratante a Aizoon".
El salario se abonaba a través de la empresa familiar, que según el juez era "una sociedad pantalla sin apenas actividad y carente de personal efectivo". En relación con los contratos, el magistrado habla de dos facturas de abril y junio de 2007 pagadas por Aizoon por importe de 464 euros cada una, por el concepto "selección de personal" emitida por la empresa Sarría Serveis, que se dedica a la mediación en la contratación del servicio doméstico. Así, Castro asegura que los contratos tienen "poco que ver" con las oficinas de Aizoon y "sí mucho que ver con la vivienda de los duques".
Compra ficticia de acciones
Aparte de los pagos en negro y las contratos del personal doméstico a cuenta de Aizoon, el magistrado apunta a la "participación activa" de la Infanta en otras operaciones de la sociedad mercantil que comparte al 50 por ciento con Iñaki Urdangarin.
En concreto, Castro asegura que Cristina de Borbón debe explicar su papel en la compraventa "ficticia" de las acciones de Mixta África entre Aizoon e Iñaki Urdangarin. En diciembre de 2006, Aizoon ingresó 150.000 euros en una cuenta en La Caixa de titularidad compartida por la Infanta y el duque de Palma que automáticamente se reenvió a otra cuenta a nombre de Urdangarin donde ella tenía firma autorizada.
La transferencia resulta coincidente con el valor de las acciones de Mixta África de las que era titular Urdangarin y que vendió a Aizoon en enero de 2007 y también con una factura que la sociedad emitió eses mismo mes contra Mixta África y que ya había cobrado. La Infanta aprueba dicha operación de venta que ha sido tachada por Hacienda de "ficticia". "Se simuló una compraventa de acciones para regular saldos".