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Bruselas aplaza las nuevas normas para el sector bancario 'en la sombra'

  • Se esperaba una decisión para el 24 julio pero queda aplazada para otoño
Michel Barnier, comisario de Mercado Interior. Foto: Reuters.

Bruselas se preparaba para dar un nuevo paso en la regulación del sector financiero para evitar que se reproduzcan los hechos que han arrastrado a Europa a una de sus peores crisis de la historia. Sin embargo, un nuevo traspiés en el calendario de la Comisión Europea ha aplazado la nueva Comunicación sobre el sistema bancario 'en la sombra', el denominado shadow banking, conformado por los instrumentos de intermediación crediticia de las entidades y actividades fuera del sistema bancario tradicional.

La decisión, que se esperaba para el próximo 24 julio, ha quedado aplazada para el próximo otoño, momento en el cual el Ejecutivo espera meter mano a los preocupantes "bancos en la sombra", que no están sujetos a las regulaciones bancarias, operan fuera del circuito oficial, pero realizan el mismo tipo de actividades.

El llamado sistema bancario en la sombra lo conforman entidades como los fondos de cobertura, vehículos de inversión especial, mercados monetarios, contratos financieros, como cesiones temporales, titulización (transferencia hacia un inversor de activos financieros que proporciona derechos de crédito), o permutas de cobertura por impago. Según el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB), el tamaño del sistema global bancario en la sombra alcanzó unos 51 billones de euros en 2011, frente a 21 billones en 2002, lo que muestra su crecimiento exponencial.

Además, estas cifras representan un 25-30% del total del sistema financiero y la mitad de los activos bancarios, por lo que puede decirse que tiene una importancia sistémica paralela al sistema financiero europeo.

El comisario de Mercado Interior y Servicios Financieros, Michel Barnier, incluye esta nueva normativa en las lecciones aprendidas de la crisis financiera de 2008, que puso en jaque a todo el sistema occidental. La Comisión Europea, que ya ha presentado casi 28 iniciativas para controlar el sector financiero desde que comenzó la crisis desde hace tres años, en lo que considera "haber sacado las consecuencias de la crisis", quiere regular todo el panorama. "Que ningún sector financiero o producto se escape al control público", asevera Barnier.

En este sentido, la Unión Europea, ahora inmersa en el proceso de unión bancaria, ha puesto en marcha numerosas reformas regulatorias en el sector financiero, y en particular en el sector bancario, pero todo el sector bancario en la sombra sigue siendo insuficientemente supervisado.

Bruselas quiere inmiscuirse en este negocio precisamente porque de ahí se deriva "una acumulación de riesgos relacionados con el hecho de que las nuevas normas bancarias podrían alentar a transferir ciertas actividades" a esta zona de penumbra.

Aunque tradicionalmente se considera que este sistema facilita la creación de crédito, transfiere los riesgos al sistema financiero mundial. Según el ponente del informe del Parlamento Europeo en respuesta al Libro Verde de la Comisión, el diputado socialista belga, Said El Khadraoui, el sistema bancario en la sombra solo beneficia a la economía real si existe una total transparencia y se controlan los riesgos de una crisis sistemática.

De hecho, todo fortalecimiento de la regulación de las entidades de crédito, las empresas de inversión y las compañías de seguros y de reaseguros necesariamente generará incentivos para trasladar actividades fuera del ámbito de aplicación de la legislación sectorial vigente.

Entre los elementos por estudiar, destaca la creación de una base de datos de la Unión Europea posiblemente gestionada por el Banco Central Europeo y centralizada sobre adquisiciones temporales de activos (repos) en todas las monedas, con el fin de que los supervisores tengan una visión general y comprendan plenamente el mercado de los repos. También se contempla la posibilidad de crear un registro central para todas las transacciones financieras, que incluya las operaciones con derivados, con el fin de determinar en tiempo real quién ha comprado qué, de quién y cómo se soportan los riesgos transferidos.

Asimismo, la Comisión contempla la propuesta de la Eurocámara de incluir un límite máximo de exposiciones de los bancos a entidades no reguladas del 25% de los fondos propios.

La propuesta del Ejecutivo comunitario estará además acompañada de un proyecto de Reglamento sobre los fondos del mercado monetario, fondos de inversión que invierten en valores de renta fija admitidos a negociación en mercados secundarios oficiales y otros activos que gozan de elevada liquidez, cuyo plazo de amortización es igual o inferior a dieciocho meses.

Entre las particularidades de este tipo de fondos está que no les está permitida la adquisición de acciones u otros títulos que otorguen derecho a participar en el capital de las empresas.

En particular, los Fondos del mercado monetario son una fuente importante de financiación a corto plazo para las instituciones financieras, empresas y gobiernos.

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