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Saks Fifth Avenue y Nordstrom ultiman su desembarco en Puerto Rico

San Juan, 24 mar (EFEUSA).- A tan sólo dos días de la apertura oficial de sus primeras tiendas en Puerto Rico, las conocidas marcas estadounidenses Saks Fifth Avenue y Nordstrom ultiman los detalles del que será su desembarco en el Caribe.

Ambas firmas son los buques insignia del primer centro comercial de lujo de Puerto Rico, según los propios responsables del "Mall of San Juan", que abrirá sus puertas el jueves para tratar de atraer a la clase más alta de Puerto Rico, que en la actualidad viaja a Florida o Nueva York para hacer ciertas compras.

"Es nuestra primera salida de EE.UU. y Canadá, y también la primera experiencia en el mundo hispanohablante, aunque no en un mercado isleño, porque estamos en Hawai", explica a Efe Brooke White, vicepresidenta de Asuntos Corporativos de Nordstrom, mientras supervisa el nuevo local, con 100.000 pies cuadrados (9.300 metros cuadrados), en los que trabajarán 642 personas.

Con obreros aún cerrando detalles y empleados colocando mercancía, la tienda -la número 119 del grupo- ya está hoy casi a punto para abrir sus puertas a un público al que ha tratado de adaptarse.

"Sabemos que la mujer puertorriqueña se arregla mucho más y dedica más atención a la belleza. Por eso tenemos muchos vestidos, complementos de fiesta, en general con colores muy vivos, y artículos de cosmética", apunta.

En el establecimiento de Saks Fifth Avenue, que será el 39 de la cadena y el tercero fuero de EE.UU. (junto a Dubai y México), se ultiman también los preparativos para recibir a un público de alto nivel adquisitivo.

"Estamos en el segmento del lujo, nuevo en Puerto Rico", explica a Efe Susset Reyes, gerente general del Saks de San Juan, quien dice no tener temor a la crisis que azota a la isla desde hace años.

En ese sentido, la hasta ahora era la gerente general de JCPenney en San Juan, asegura que "en Puerto Rico sí hay dinero" y ese mercado del lujo es el que se quiere captar con esta tienda de 138.000 pies cuadrados (13.000 metros cuadrados) en la que se pueden contar hasta 340 maniquíes y trabajarán 122 empleados, todos puertorriqueños.

La inversión de Saks en Puerto Rico, donde también espera captar parte del flujo de turistas que visitan la isla -en parte gracias a que el centro comercial está a un paso del principal aeropuerto- supone un voto de confianza hacía la malograda economía local.

Aunque la economía está en recesión y la tasa de desempleo duplica a la de cualquier estado de EE.UU., existe una gran economía sumergida y a nadie se le escapa que también hay grandes fortunas que demandan este tipo de establecimientos.

"Hay muchísimos puertorriqueños que viajan a Miami o a Nueva York a comprar en los Saks de allí. Ahora simplemente lo van a tener más cerca", explica Reyes mientras muestra los lujos decorativos de la tienda.

Sin embargo, desde Nordstrom -que ha invertido en este desembarco 63 millones de dólares- son más cautos y, según reconoce a Efe su gerente general en San Juan, Manolo González, "somos conscientes de la crisis, aunque confiamos en nuestra oferta y la tenemos preparada para adaptarse al público al que seamos capaces de atraer".

"Nuestra mercancía está más dirigida a la clase media alta, a la que ofrecemos desde marcas de precio medio hasta producto de diseño, porque entendemos que nuestros clientes puedes vestir en toda esa gama", apunta un profesional que, como su homóloga, también trabajaba hasta ahora para JCPenney.

Además, "estamos tan cerca del aeropuerto que es probable que atraigamos también a un buen porcentaje de turistas -afirma-, aunque todo eso está por verse. De momento, vamos a apostar por el mejor servicio y el resto se irá viendo".

Unos 7.000 tonos de barras de labios, 2.000 camisas de hombre, 700 corbatas y miles y miles de pares de zapatos ("en particular sandalias y tacos muy altos, lo más buscado por la mujer puertorriqueña", según White) son algunas de las cifras con las que llega esta firma a la isla.

Ambas tratan de capturar a través del servicio al cliente, con restaurantes dentro de las tiendas, probadores para grupos de amigas o asesores personales que acompañan al cliente durante todo el proceso de compra.

"Una persona puede gratuitamente concertar cita, venir a este área (una elegante estancia reservada) y el estilista personal le irá proponiendo en función de sus preferencias e irá trayendo todo lo que quiera probarse", explica White.

Estas dos firmas son los principales reclamos del primer centro comercial del grupo estadounidense Taubman Centers en Puerto Rico, que, tras una inversión de 475 millones de dólares y con más de un centenar de tiendas y restaurantes, quiere ser "el principal destino de compras de gama alta en el Caribe", según Simon J. Leopold, vicepresidente senior de Taubman.

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