
El director del Instituto Juan de Mariana y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, Juan Ramón Rallo, cree que "las Sicav se han convertido desde hace años en el chivo expiatorio de la demagogia pro-burbuja estatal".
Rallo argumenta su postura de la siguiente forma: "La recaudación que se obtendría por unas Sicav que tributaran como toda empresa al 30% de sus ganancias ni siquiera llegaría a los 1.000 millones de euros, es decir, menos del 1,3% del déficit actual", señala el profesor en su blog personal.
"Los ricos, cuando retiran sus ganancias de las Sicav, tributan, como todo español, según su tipo marginal del ahorro; es decir, en la práctica totalidad de los casos al 27% de las plusvalías. El 1% unicamente lo abonan cuando la Sicav obtiene ganancias con la venta de un activo que, en lugar de distribuírselas a su propietario , son reinvertidas en otros activos", explica Juan Ramón Rallo.
Y es que, "las condiciones fiscales de una Sicav son calcadas a las que todo hijo de vecino puede disfrutar llevando sus ahorros a un fondo de inversión tradicional".
A pesar de las similitudes entre las Sicav y otros productos financieros a los que sí puede acceder la clase media, Rallo comenta que sí hay una diferencia: "Mientras que el rico puede manejar directamente el capital de su Sicav, las clases medias se ven abocadas a confiárselo al gestor del fon para poder disfrutar del régimen fiscal de los instituciones de inversión colectiva".
De ahí, que Juan Ramón Rallo apoye el plan del Gobierno de crear para 2015 una Sicav para las clases medias: "Estaríamos ante la primera noticia genuinamente positiva que nos habrá dado este nefasto Ejecutivo en toda su liberticida legislatura", sentencia el director del Instituto Juan de Mariana.