
Artur Mas tiene fe ciega en que la comunidad internacional apoyará el proceso de consulta sobre la autodeterminación del pueblo de Cataluña y que serán las presiones que reciba el Gobierno español del extranjero las que harán claudicar a los defensores de la Constitución como único marco legal donde pueda dirimirse el conflicto catalán. Convencido de esto, el president no ha dudado en crear una nueva oficina de prensa para medios de comunicación internacionales.
Lo hizo la misma semana en que anunciaba la disolución del Parlament y la convocatoria de elecciones autonómicas anticipadas para el próximo 25 de noviembre.
Esta nueva oficina se creará dentro del denominado programa Eugeni Xammar de comunicación para impulsar "la proyección internacional de Cataluña a través de un contacto permanente y fluido con los medios de comunicación de todo el mundo".
El objetivo final de este "canal permanente de comunicación" es explicar a los medios internacionales "la situación económica y fiscal de Cataluña".
Según el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, el Ejecutivo catalán ha lanzado este plan para contrarrestar "la insuficiencia de herramientas diplomáticas del Govern en la escena internacional", una afirmación que contrasta con la amplia red de casi un centenar de delegaciones, oficinas comerciales, culturales y de turismo con que cuenta la Generalitat repartidas por todo el mundo.
La nueva oficina, que nace con dotación económica para dos años, estará a cargo de Martí Estruch, hasta hace poco delegado de la Generalitat en Alemania. El coste de este programa no ha sido desvelado por la Administración catalana, ya que, al parecer, se nutrirá de otras partidas del departamento de Presidencia de la Generalitat. Las delegaciones y oficinas que la Administración catalana tiene en el extranjero servirán de base para su desarrollo.
Durante los escasos dos meses que faltan hasta las elecciones autonómicas, CiU se ha fijado la proyección internacional como uno de los ejes de su política de comunicación y para ello utilizará esta oficina gubernamental. "El eco de las cosas que pasan aquí ha crecido" asegura Homs. El objetivo es avivar el debate sobre una hipotética secesión de Cataluña y lograr que los focos de los principales medios internacionales que han informado durante estas semanas sigan haciéndolo.
La nueva oficina se encargará de centralizar todas las iniciativas en el área internacional. Desde concertar entrevistas al president en medios internacionales (el pasado mes de junio Mas fue entrevistado por la cadena estadounidense CNN) hasta realizar campañas de publicidad en el extranjero (como el vídeo que el conseller de Economía Andreu Mas-Colell grabó recientemente en inglés en el que denunciaba el supuesto expolio fiscal que vive Cataluña).
Con esta nueva estructura oficial Mas oficializa la labor que hasta ahora estaba desarrollando el Col·lectiu Emma, una agrupación privada que se define como "un grupo de catalanes" que quiere responder a las "visiones distorsionadas que se dan sobre los catalanes en la prensa internacional" y "reservar un espacio para las opiniones favorables que encontramos en los diarios de papel o electrónicos que tiene eco internacional". De hecho, este grupo se ha centrado en la relación de los corresponsales extranjeros en España, y a los que se informaba desde una óptica nacionalista sobre la situación política y económica catalana.
La nueva oficina de comunicación será clave en la nueva etapa que quiere emprender Artur Mas tras las elecciones del 25 de noviembre. Si logra mayoría absoluta y es reelegido president, el líder de CiU tiene ya previsto emprender una ronda de contactos a nivel internacional para lograr una mayor "comprensión" hacia las aspiraciones catalanas. El mensaje que repetirá en sus visitas es que "lo fundamental es que se entienda que el pueblo de Cataluña debe poder ejercer democráticamente su derecho a decidir libremente su futuro", más allá del marco legal español que ahora dibuja la Constitución y que CiU considera que limita el crecimiento económico de Cataluña respecto a otras regiones de España.
27 millones en 'embajadas'
Actualmente Cataluña ya destina casi 27 millones de euros a la acción exterior. En concreto, en los presupuestos de 2012 figura una partida de 26,9 millones para pagar el mantenimiento de 27 delegaciones comerciales, una quincena de centros de promoción cultural y turística y las cinco delegaciones del gobierno (ver mapa superior), además de los proyectos de cooperación al desarrollo. En concreto, al mantenimiento de las delegaciones o embajadas de la Generalitat, el presupuesto es de 1,1 millones de euros. Pese a los recortes, Mas considera que esta red realiza básicamente funciones de promoción económica y por eso ha decidido no sólo mantenerla sino potenciarla.