Pedro Calvo, Coordinador de Bolsas y Mercados de elEconomista, da las claves económicas del día en informativos Telecinco. Asegura que "la sesión de ayer resultó más decepcionante de lo previsto, a pesar de que en un primer momento los inversores acogieron bien el rescate de la banca", tanto es así que la bolsa llegó a subir un 6% y la prima de riesgo se calmó hasta los 460 puntos básicos.
Sin embargo, esta euforia inicial "se fue apagando poco a poco a medida que la sesión avanzaba porque los inversores empezaron a hacerse preguntas como... ¿quién pagará el rescate?, ¿qué entidades se beneficiarán de él?, ¿a qué interés? o ¿qué impacto tendrá en la cuentas publicas españolas?". Todas estas cuestiones provocaron que la bolsa terminara cayendo y que la prima de riesgo se calentara hasta los 520 puntos, en opinión del experto. "Aún hay mucha letra pequeña por conocer" y hasta que esos detalles esenciales no se sepan, es difícil que los inversores puedan emitir un veredicto claro sobre este rescate.
Los miedos de los inversores
Los inversores tienen dos miedos. "El primero y clave consiste en que este rescate pueda desembocar en dos tipos de deuda pública española diferentes: una mala y otra buena", afirma Pedro Calvo.
Y lo explica más adelante. El rescate viene en forma de préstamo, por lo que para España es una deuda. Si esa deuda, ese préstamo, proviene de un mecanismo que se llama Mecanismo de Estabilidad, provocará que esa deuda sea preferencial sobre el resto. Es decir, que se cobre en primer lugar. Con lo que el resto de la deuda pública queda en un segundo lugar y tiene peor calidad. Al tener peor calidad los inversores pedirán a España un mayor interés con lo que persistirá la presión sobre la prima de riesgo y sobre el tesoro a la hora de financiarse.
El segundo temor tiene que ver con el impacto final que el rescate tenga sobre el conjunto de la economía española. Hay que tener presente que el avalista final de esta deuda es el Estado y por tanto correría a cargo de los contribuyentes y del Estado español.
¿Cómo afectará el rescate a nuestros bolsillos?
