
La mayoría de usuarios de tarjetas bancarias desconocen la cantidad de gestiones que se pueden hacer con este medio de pago. Normalmente el único uso que se le da a estas tarjetas es el pago en comercios o sacar dinero en cajeros automáticos, pero las tarjetas financieras ofrecen muchas más posibilidades. A continuación presentamos un resumen con los principales usos que podemos hacer de una tarjeta bancaria:
- Pagar en comercios: Permite realizar los pagos de las compras sin necesidad de llevar efectivo, únicamente será necesario pasar la tarjeta por el lector y firmar el justificante, o poner el PIN.
- Compras a distancia: Mediante la numeración de la tarjeta y el código de verificación (CVV), que no el PIN (este último no hay que facilitarlo nunca), se pueden realizar compras por Internet o por catálogo.
Incluso hay una modalidad de tarjetas, las tarjetas virtuales, que son especiales para comprar por este canal, un ejemplo claro es la Cybertarjeta de "la Caixa", que es gratuita (sin cuota de emisión ni mantenimiento), de modalidad prepago (cargamos el dinero que queremos gastar) y no tiene soporte físico, es decir, únicamente tendremos la numeración de la tarjeta y el código de seguridad, ya que al no servir en comercios ni cajeros no hace falta el plástico. Gracias a esa ventaja se puede usar desde el mismo momento de la contratación sin tener que esperar a recibirla en casa y al realizar las compras nos evitamos dar los datos de la tarjeta de crédito o débito y de la cuenta.
- Retirar efectivo en cajeros: Permite sacar dinero de todos los cajeros automáticos, ya sea a crédito o débito, según la modalidad de la tarjeta. Hay que tener en cuenta que las comisiones por extracción de efectivo en cajeros variarán en función de si es una tarjeta de débito o crédito, ya que éstas últimas tienen una comisión mayor. También depende del cajero en que saquemos el dinero, por ejemplo, sacar en los cajeros de la propia entidad suele ser más económico que en otras entidades, sobre todo si la red en la que operan es distinta a la de nuestra entidad (Servired, Euro6000 o 4B).
- Pagar recibos y tributos en cajeros: Mediante este uso se pueden realizar pagos desde los cajeros automáticos de facturas no domiciliadas y de impuestos o tributos de la administración. De este modo se produce un importante ahorro de tiempo y esfuerzo, ya que no tenemos que depender del horario comercial de la oficina y nos ahorramos las colas correspondientes.
- Pagar recibos por teléfono: Con esta opción podemos realizar el pago de facturas facilitando los datos de nuestra tarjeta por teléfono de modo que a efectos prácticos será igual que realizar una compra.
- Acceso a la oficina virtual: En muchas entidades es necesario disponer de tarjeta para poder acceder a los servicios de banca virtual. Eso es debido a que se suele vincular el alta de estos servicios al contrato de la tarjeta, incluso hay entidades que requieren del número de la tarjeta para poder acceder a sus servicios por Internet. Mediante la banca online se pueden realizar consultas de saldos y movimientos, transferencias, contratar productos financieros, aplazamiento de pagos realizados y devolución de recibos, entre otros.
- Operar por cajeros automáticos: Permiten el acceso a una completa gama de servicios en los cajeros automáticos. Tales como ingresar billetes en la cuenta (con o sin sobre dependiendo de la entidad y el cajero), ingresar cheques, realizar traspasos y transferencias entre cuentas, realizar consultas de saldo y movimientos, recargar las tarjetas prepago y cambiar el PIN. La mayoría de estos servicios no tienen coste y en caso de tenerlo suele ser menor que el que se aplicaría al realizar la misma operación desde el puesto de caja de la oficina.
- Descuentos y sorteos: Las entidades financieras constantemente ofrecen descuentos y sorteos para todos aquellos clientes que realizan sus compras mediante tarjetas financieras, a los que no se podría tener acceso si se pagara siempre en efectivo.
- Seguros y servicios asociados: En la mayoría de tarjetas, sobre todo en las tarjetas de crédito, encontramos servicios asociados a sus usuarios, como seguros de accidentes y asistencia en viajes comprados con la tarjeta en cuestión. Por ejemplo, la tarjeta Visa Oro de ING Direct nos ofrece un descuento permanente del 3% en estaciones de servicio GALP y el 2% en estaciones BP, y la tarjeta Citi Oro de Citibank tiene asociados un seguro de accidente en viaje, de protección de compras y de asistencia.
Podemos extraer que las tarjetas bancarias nos ofrecen una gran variedad de servicios a los que podemos acceder con ellas y que en la mayoría de casos se desconocen. Aprovechando bien todos estos servicios se consigue un gran ahorro de tiempo y ganar en comodidad respecto a las mismas operaciones realizadas por los canales tradicionales.
Recordemos que en el momento de escoger una tarjeta es importante tener en cuenta no sólo el coste de mantenimiento anual, sino toda la operativa asociada que nos puede ofrecer. En función de nuestras necesidades podremos valorar qué servicios se adaptan mejor a nuestro perfil y valorar si nos merece más la pena una tarjeta u otra.