
Rubalcaba podría estar dispuesto a convocar los comicios generales el próximo mes de octubre. Pero la clave es aguantar. Entre tanto, ya ha anunciado que no habrá medidas de calado antes de que se celebren las elecciones.
No habrá reformas de calado antes de las elecciones generales. Pese al agravamiento de la crisis, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no parece dispuesto a moverse ni un milímetro de sus postulados iniciales y, cual defensa numantina, intenta mantener el 20-N como la fecha prevista para los comicios, aguantando las presiones que le instan a tomar medidas de forma urgente.
¿Reformas? o ¿Rubalcaba?
Zapatero considera que si acomete ahora las reformas económicas necesarias puede ponerle las cosas más difíciles al candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, teniendo en cuenta los recortes que éstas conllevarían. Pero si adelanta aún más las elecciones, estaría reconociendo su error inicial al plantearlas con cuatro meses de antelación.
Su objetivo pasa así por intentar sortear en la medida de lo posible las dificultades y aguantar, aunque sea con un gobierno prácticamente en funciones. Otra cosa bien distinta es que tanto el Ejecutivo, como el país, puedan resistir hasta finales de noviembre sin hacer nada. Todo indica, de hecho, que en el Gobierno hay quien se está planteando en serio la posibilidad del adelanto, que contaría ya incluso con el beneplácito de Rubalcaba. Si hay que elegir, que sea lo menos malo posible, ha debido de pensar. Y sobre el calendario aparecen dos fechas marcadas en rojo. Una es el 23 de octubre, la otra una semana después, el 30 de ese mismo mes.
La decisión, antes del día 19
La decisión habrá que tomarla en apenas una semana, antes del próximo lunes 19 de agosto, fecha en la que está previsto uno de los dos consejos de ministros que se celebraran este mes. El otro, de carácter también extraordinario será a finales, el día 26.
El principal problema del Ejecutivo es que, como ya sucediera en años anteriores, agosto está lejos de ser un mes tranquilo: la prima de riesgo sigue su particular escalada, tocando techo la semana pasada en 415 puntos puntos básicos -el viernes cerró en 368 puntos-; el Banco de España ha confirmado que la economía se está volviendo a parar, con un crecimiento trimestral de tan sólo el 0,2 por ciento y, como guinda al pastel y anticipo de lo que pueda pasar esta misma semana, la madrugada del pasado sábado, la agencia de calificación Standard and Poor's (S&P) agravó la situación financiera internacional al rebajar primera vez en la historia la nota de la deuda estadoundiense.
El mensaje de la oposición
A tenor de estos hechos, Zapatero ha mantenido en las últimas horas contactos de forma permanente con los líderes de los principales partidos políticos (PP, CiU y PNV), pero se niega, al menos por el momento, a seguir sus recomendaciones. "O se adelantan las elecciones o hay que hay que hacer reformas. Todo menos quedarse cruzado de brazos". Ese es el mensaje que le han transmitido de forma unánime tanto los populares como los nacionalistas catalanes.
El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González-Pons, volvió así a pedir al Gobierno que "ceda el testigo si no sabe llevar a cabo las reformas que España requiere". En una entrevista a RNE, González Pons insistió en que el PP no pide un nuevo adelanto electoral, sino que se haga algo. "Hay un ambiente de enormes turbulencias en España y el país está exigiendo reformas, no podemos pasar tres meses en blanco", apuntó.
Pero, ¿qué medidas harían falta? Desde su retiro vacacional en Sanxenso (Pontevedra), el presidente de los populares, Mariano Rajoy, anunció que si gana las elecciones contará con independientes y personas con experiencia en otras administraciones y se mostró partidario de que el Gobierno transfiera, cuanto antes, al menos una parte del dinero que reclaman las Comunidades Autónomas con el fin de que éstas puedan cumplir los objetivos del déficit previsto para este año.
Es una reclamación que han realizado la mayoría de las autonomías, recurriendo incluso en algunos casos a los tribunales -como Madrid o Castilla-La Mancha- ante la decisión del Gobierno de no transferir este año los anticipos, como sí que había hecho en 2009 y 2010.
Medidas urgentes
En esta misma línea se pronunció el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Durán i Lleida que, según fuentes de su propio partido, habría planteado a Zapatero la posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) rebaje los tipos de interés, compre deuda de los países más débiles y emita eurobonos, buscando una compensación para Alemania, país que podría verse perjudicado por esta medida.
Asimismo, ha reclamado al Gobierno que emprenda tres reformas que considera absolutamente "fundamentales": la negociación colectiva, la de políticas activas de empleo y, por último y quizás más importante, otra para facilitar que las empresas puedan disponer de créditos a la inversión.
Ésta ha sido la segunda ocasión en la pasada semana en la que Zapatero y Durán han intercambiado impresiones sobre la crisis. El martes, después de la primera conversación al respecto, Durán calificó ya la situación financiera internacional de "gravísima" como consecuencia de las dificultades de financiación que sufre Estados Unidos. Eso antes de que S&P rebajara la nota de su deuda. Esta semana puede ser peor.