Pruebas

Mitsubishi Montero, una especie en peligro de extinción

A pesar de que la moda SUV ha arrasado con casi todo, aún siguen quedando auténticos vehículos todoterreno como el Montero. Un coche sólo apto para entendidos.

Muchos esperan la época navideña como agua de mayo. Es momento de parar las máquinas y tomarse un respiro, el peso del año se acumula y toca relajarse para volver a cargar de nuevo las baterías. Sin duda, la montaña es el destino preferido por la mayoría en estas fechas. Nieve, esquí, caminos rurales o pistas de tierra. ¿Cómo circular con garantías en este entorno?

Desde luego, una alternativa es optar por un SUV como compañero de viaje, que seguro será capaz de solventar gran parte de las situaciones que nos plantee el camino. Pero si lo que queremos es ir un paso más allá y explorar rutas más intensas, entonces no hay nada como un auténtico todoterreno.

Los auténticos todoterrenos

Ya casi no nos acordamos de ellos. Antes era más frecuente toparse con un Montero, un Land Cruiser o un Discovery (entre otros tantos nombres ilustres) en el día a día, pero lo cierto es que los todocamino han devorado poco a poco a este tipo de coches. Las ventas dejan claro que sólo la minoría se decanta por un todoterreno y por ello los fabricantes han reducido de forma considerable su presencia el mercado. Sin embargo, somos conscientes de que todavía quedan clientes con auténtico espíritu aventurero. Para todos ellos traemos a esta sección a un clásico de la montaña, el Mitsubishi Montero, un TT puro de los que ya casi no quedan.

Gracias a su sistema de tracción integral 'Super Select 4WD II', con reductora y bloqueo de diferencial, no hay camino off-road que se le resista. La suspensión, que es de recorridos largos, y la generosa altura libre al suelo, también juegan un papel fundamental a la hora de atravesar zonas complicadas. A sus aptitudes camperas suma esta variante de cinco puertas un interior amplio, una tercera fila de asientos y un maletero muy capaz. El motor diésel 3.2 DI-D de 200 CV asociado al cambio automático de convertidor de par y cinco velocidades redondea un producto que, insistimos, es tremendamente satisfactorio para todos aquellos conductores que tienen alergia al asfalto. Eso sí, que se abstengan los demás, ya que el Montero, como buen todoterreno, es pesado, voluminoso, más tragón y menos ágil en carretera que los modelos de otros segmentos. En este sentido, es difícil luchar con un SUV o un turismo familiar con tracción integral.

En el apartado estético, salvando el hecho de que la actual generación lleva ya en el mercado casi nueve años sin apenas modificaciones, cabe resaltar que el reciente restyling al que se ha visto sometido le da un punto interesante. Quizá sean sus nuevos paragolpes y parrilla o quizá esa fila de LEDs que funcionan como luz diurna (sólo para el acabado alto de gama Kaiteki), pero el caso es que este viejo amigo se ve más moderno y apetecible. En cualquier caso, siempre será un modelo genuino. Entre tanto pseudotodoterreno que inunda el mercado, es un gustazo saber que aún quedan opciones tan auténticas como el Montero.

Ficha técnica

Motor: diésel, 3.200 cc

Potencia: 200 CV a 3.800 rpm

Par motor: 441 Nm a 2.000 rpm

Consumo mixto: 8,5 l/100 km

Transmisión: automática, 5 velocidades

Maletero: 663 litros

Velocidad máxima: 180 km/h

Aceleración 0-100 km/h: 11,1 segundos

Precio: 44.500 euros

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