Pruebas

Evoque, ¿todoterreno y turismo?

  • Su interior es premium, caracterizado por buenos ajustes y detalles exclusivos

Desde su presentación como prototipo en 2008, prácticamente ya se lo habíamos contado todo sobre el nuevo SUV de Ranger Rover, el Evoque. Pero nos faltaba algo: conducirlo.

Land Rover no ha escatimado en medios que faciliten la labor de los periodistas convocados para realizar la prueba dinámica del nuevo Evoque . La agenda fue apretada, dos días para recorrer casi 300 kilómetros por asfalto, tierra... y las entrañas de Liverpool. Duras pruebas para un modelo más capaz de lo que aparenta.

La primera impresión al ver un Evoque es de rareza, llama la atención por su original diseño. Han sido instalados unos enormes espejos retrovisores, de cintura muy alta y pequeñas ventanas, sobre todo en la carrocería cupé.

Su interior es premium, caracterizado por los buenos ajustes, información y entretenimiento a bordo al más alto nivel y detalles exclusivos como el doble pespunte en las costuras del cuero, el aluminio, los asientos deportivos o el selector de cambio rotativo propio de los modelos de Jaguar con trans- misión automática.

La primera opción elegida para la prueba de contacto fue el cupé SD4 4x4 de 2,2 litros y 190 CV, cambio automático y acabado Dy-namic, el más deportivo. Los ocupantes de la parte delantera, sin duda, viajarán más cómodos que los situados detrás, el espacio para ellos es más angosto y la sensación, algo claustrofóbica, pero se elimina de raíz instalando la opción del techo panorámico.

Las primeras millas del recorrido fueron por asfalto, el comportamiento dinámico del nuevo Evoque es excelente, el nulo balanceo de su carrocería hace que las sensaciones de confort de marcha se equiparen a las de un turismo. Los 190 caballos de su motor apenas si se notan, le falta algo más de fuerza que quizás pudiera ganar con unos mejores ajustes en las relaciones del cambio. Cabe destacar la dirección eléctrica por su precisión

Y del asfalto pasamos a las pistas de tierra, cambio de programa, los ajustes del vehículo se realizan de forma automática adaptándose al tipo de terreno seleccionado. Milla tras milla se va incrementando la dificultad, aparecen más piedras, barro, pendientes y el Evoque ni se inmuta.

El segundo día, ya en Liverpool, cambiamos de Evoque y nos pusimos a los mandos de un gasolina, también cupé, de 2.0 litros, 240 CV, automático y con el acabado Pure, el más básico de todos, al que la falta de interruptor que regule la altura del asiento o del cinturón de seguridad hace que éste resulte algo molesto para personas de estatura media. En esta versión se ha instalado un simulador de sonido, más potente y atractivo cuando se acelera rápidamente denominado Mahle.

Parte del recorrido discurrió por un antiguo túnel ferroviario abandonado del siglo XIX de más de tres kilómetros en el que hubo que pasar por encima de escombros, atravesar estrechos pasos y vadear un gran charco de más de 40 cm de profundidad.

El objetivo, alcanzar la luz al final del túnel, sin pinchar, sin que el motor se nos parase. El Evoque pudo con todo.

Ficha técnica

Precio: 47.800 euros

Cilindrada (c.c.): 2.179

Potencia (CV): 190

Consumo mixto (l/100): 5,4

Par Máximo (Nm): 420

CO2 (g/km): 169

Velocidad máxima: 195 km/h

Aceleración 0 a 100 km/h: 8,5 seg.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky