Motor

Un estudio sometió a diez monos a inhalar las emisiones de un Volkswagen diésel para demostrar su inocuidad

  • Volkswagen, Daimler y BMW, que habrían financiado el estudio, se desligan del mismo.

En 2012, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió de la amenaza que suponen las emisiones de los motores diésel para la salud de las personas, una severa afirmación que fue interpretada por varios fabricantes alemanes volcados en el desarrollo de esta motorización como una amenaza para sus planes de negocio. Por ello, a fin de desmentir tales efectos nocivos, Volkswagen, Daimler y BMW financiaron unas pruebas de laboratorio en las que sometieron a diez monos a inhalar las emisiones de un Volkswagen Beetle TDI. Medios alemanes han asegurado que estos experimentos también se realizaron con humanos.

Según revela The New York Times, estos controvertidos test fueron desarrollados en 2014 en un laboratorio de Albuquerque (Nuevo México), un año antes de que se destapase el escándalo del 'dieselgate' en el que se desveló la instalación de un software capaz de alterar las emisiones de dióxido de nitrógeno (NOx) durante las pruebas oficiales en más de 11 millones de coches del Grupo Volkswagen. Un caso que, a la postre, ha terminado suponiendo a la compañía un desembolso de más de 26.000 millones de dólares en concepto de multas y compensaciones a los afectados.

La organización que se encargó de realizar dicho estudio fue el Lovelace Respiratory Research Institute (LRRI) a petición del 'European Research Group on Environment and Health in the Transport Sector', financiado por el triunvirato conformado por Volksagen, Daimer y BMW, de acuerdo con la publicación norteamericana.

El procedimiento consistió en encerrar a diez macacos en una sala contigua a la que se encontraba el Volkswagen Beetle con motor diésel en pruebas, y en la que se liberaban los gases de este vehículo. Los animales, mientras respiraban los vapores, eran entretenidos incluso con televisiones que emitían dibujos animados, destaca NYT.

No obstante, más allá del debate ético que pueda suscitar dicho experimento, el factor que resalta el informe publicado es que Volkswagen mintió acerca del Beetle utilizado, pues equipaba un sistema inhibidor de emisiones durante los test, tal y como ocurrió en el 'dieselgate', para falsear los resultados.

Las marcas se desmarcan del estudio

No obstante, el mayor fabricante de vehículos del mundo ha emitido un comunicado en el que "se distancia explícitamente de todas las formas de crueldad animal. Las pruebas en animales contradicen nuestros propios estándares éticos". Además, pidió "disculpas por la mala conducta y la falta de juicio de las personas [que desarrollaron el estudio]. Estamos convencidos de que los métodos científicos utilizados entonces eran erróneos. Hubiera sido mejor prescindir del informe en un primer momento". Por último, asegura que el estudio se dejó de financiar el año pasado y los resultados del mismo ni siquiera han sido publicados.

Asimismo, Daimler y BMW han asegurado que desconocían el diseño y los métodos del estudio llevado a cabo en el laboratorio. La matriz del fabricante de lujo Mercedes-Benz, entre otros, ha manifestado su absoluto rechazo a esta práctica: "Creemos que las pruebas con animales en este estudio fueron innecesarias y repulsivas. Daimler no tolera ni apoya el tratamiento poco ético de los animales. Nos distanciamos explícitamente de este estudio", ha añadido. Mientras, BMW ha alegado que de ninguna manera influyó en el diseño o la metodología de los estudios llevados a cabo en nombre de EUGT.

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