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Kobe Steel, ¿un nuevo caso Takata? Las marcas japonesas lo niegan pero Europa recomienda no usar sus materiales

Un nuevo escándalo en el entorno de la industria automovilística saltó el pasado 8 de octubre cuando la japonesa Kobe Steel, el tercer mayor fabricante de acero del mundo, reconoció públicamente haber falsificado datos sobre la calidad de sus productos.

Como consecuencia, la acería tocó su mínimo bursátil en 5 años apenas una semana después de proclamarse el fraude, y, recientemente, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) ha recomendado a los fabricantes de aviones dejar de usar los productos de dicha compañía hasta que se su seguridad pueda ser verificada, tal y como informa Reuters.

Dos hechos aciagos que evocan el fatídico caso de los airbags defectuosos de la japonesa Takata, que ha fabricado 12 millones de dispositivos deficientes desde hace más de una década, salpicando a múltiples firmas del sector del motor y provocando, al menos, 15 muertes. Estos componentes se abren con demasiada fuerza y proyectan fragmentos metálicos a los pasajeros, lo que los convirtió en una verdadera amenaza para los conductores. Takata se declaró en bancarrota después de que sus obligaciones sobrepasaran los 9.000 millones de euros como fruto de la llamada a revisión que realizó a más 42 millones de vehículos en todo el mundo que montaban sus airbags malogrados.

No obstante, a pesar de la analogía entre ambos sucesos por la repercusión que conllevan a nivel mundial, la tesitura actual en la que se encuentra Kobe Steel dista mucho de la situación de Takata, pues aún se está examinando la repercusión de la falsificación de los materiales y no se vinculan con ningún incidente. De hecho, las principales automovilísticas japonesas -Toyota Mazda, Honda, Mitsubishi y Subaru- han salido en defensa de la siderúrgica: "Hemos confirmado que los materiales (suministrados por Kobe Steel) cumplen las normativas vigentes y nuestros propios estándares aplicables a requerimientos básicos de seguridad y durabilidad para vehículos", explicó Honda.

En la misma línea, las compañías ferroviarias niponas Central Japan Railway y West Japan Railway han verificado las características de resistencia de los metales empleados en sus trenes operativos, sin haber hallado por el momento ningún defecto en la seguridad de estos componentes.

Riesgo en todo el mundo

Si bien, sus 16 productos afectados, entre ellos el aluminio, cobre, acero y hierro, se extienden a más de 500 empresas de todo el mundo y de diversos sectores. Airbus, Daimler, Daihatsu, Boeing, Denso, Hitachi, Toshiba, Volkswagen, General Motors, Suzuki, Rolls-Royce o Nissan son solo algunas de las entidades punteras a nivel mundial damnificadas por este suceso.

Gary Ysuchida, portavoz de Kobe Steel, afirmó en declaraciones a la BBC que en el fiasco hay "decenas de empleados involucrados. Parece que en algunos casos el control de calidad estuvo en manos de trabajadores con años de experiencia que gozaban de la confianza de la organización y, de algún modo, hubo discrepancias que fueron deslizadas por ellos", quiso exculparse el dirigente.

Por el momento, el escándalo está siendo investigado por los clientes afectados, por la propia Kobe Steel e, incluso, el caso ha llevado al Departamento de Justicia de EEUU a solicitar información a la filial en este país de la entidad con el objetivo de analizar el impacto en compañías estadounidenses.

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