
Volvo ha confirmado que lanzará su primer coche 100% eléctrico en 2019, el cual se fabricará en China, el principal mercado de vehículos cero emisiones en el mundo, para posteriormente exportarse al resto de países. El año pasado, el mercado chino acabó con un récord de 24,38 millones de automóviles vendidos (un 15% más que en 2015), mientras que las matriculaciones de todo tipo de vehículos subieron un 14% hasta los 28,03 millones de unidades.
De acuerdo con la marca sueca, este se montará sobre la plataforma Compact Modular Architecture (CMA) con lo que se ubicará en el segmento de los compactos, pero no ha especificado más detalles. Una opción que se baraja es que se trate de los concept 40.1 y 40.2, el futuro SUV y berlina de la Serie 40, respectivamente.
Sobre la autonomía con la que contará aún no hay nada confirmado, si bien, Green Car Congress desveló que sus futuras plataformas modulares soportarán paquetes de baterías de hasta 100 kWh. Esto se traduce en que su autonomía rondaría fácilmente los 500 km, cifra que se sitúa cerca de los 539 km de rango del Tesla Model S 100D, según cifras de homologación de la EPA.
A pesar de sus idílicas prestaciones, Lex Kerssemakers, CEO de Volvo en EEUU, afirmó en marzo que el primer eléctrico de la firma tendría un precio aproximado a 40.000 dólares, de acuerdo con Business Insider. Una cuantía que, de confirmarse, sería baja en relación a sus capacidades y en comparación a, por ejemplo, el Tesla Model 3, cuya autonomía será de 335 km y su precio, 35.000 dólares.
Asimismo, Volvo confirmó que su objetivo de cara a 2025 es vender un millón de coches eléctricos e híbridos. Para ello, ha asegurado que está trabajando también en un modelo eléctrico montado sobre la plataforma Scalable Product Architecture (SPA), y que ofrecerá una versión híbrida enchufable de cada modelo.