
El autobús volador que debutó en la ciudad nororiental china de Qinhuangdao el pasado día 3 de agosto podría ser una estafa financiera, según informa el periódico The Global Times.
La empresa china Huaying Group es la inventora del TEB-1, siglas en inglés de Autobús Elevado de Tránsito, el cual debería comenzar a fabricarse en serie en 2017. No obstante, su producción se va a retrasar después de que el diario en cuestión destapase, citando a una fuente anónima de la Comisión de Desarrollo y Reforma de la ciudad de Qinhuangdao, que no habían recibido "ninguna solicitud de aprobación del proyecto".
A raíz de ahí, el periódico China Daily comenzó una investigación sobre la procedencia de su financiación y se conoció que el proyecto del autobús atrajo a diversos inversores que se vieron tentados por los bonos ofrecidos con una rentabilidad de hasta el 13%, por lo que desde The Global Times no descartan que pueda tratarse de una estafa financiera.
Pero más allá de la financiación, el funcionamiento en sí del vehículo no es viable ya que aún no es capaz de girar y solo puede circular en línea recta.
El TEB-1 funciona con electricidad, mide 22 metros de largo, 4,8 de alto y 7,8 de ancho, y tiene capacidad para 1.200 pasajeros, por lo que se plantea como la solución potencial al gran problema de China: los atascos. No obstante y a pesar de haber sido ya presentado, su llegada aún no tiene fecha fijada... si es que llega.