Motor

Diez elementos que no se deben descuidar en el mantenimiento de un coche

Darle un mal uso al coche o no revisar habitualmente su mantenimiento supone, en la mayoría de los casos, un problema mecánico para el vehículo. La compañía de Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV) alemana Dekra ha elaborado un informe sobre los datos acerca de las diez averías más comunes:

- Airbag: En el cuadro de mandos del coche, se enciende el testigo o chivato del airbag permanentemente. Esto puede deberse a dos motivos, en primer lugar, que el sistema de airbag esté verdaderamente dañado, o bien, que se trate de un fallo electrónico debido a que el vehículo se quede sin batería y esté varias horas sin electricidad.

- Brazos de suspensión: Es el esqueleto de la suspensión, y conecta los amortiguadores y manguetas con las ruedas. Su deterioro puede ser fatal, ya que, en caso de romper, puede saltar una rueda y provocar un aparatoso accidente.

- Lubricación: Cuando el nivel de aceite del motor desciende o aumenta demasiado, puede ocasionar graves consecuencias para el motor. Si el motor no dispone de aceite, gripará y será necesario cambiarlo por otro, sin embargo, si el nivel de aceite ha aumentado, podría dañar el catalizador y la válvula EGR al mezclarse con el carburante.

- Centralita electrónica del motor: Cuando este sistema no comunica bien con sus sensores, provoca que el motor no funcione correctamente. Generalmente, para arreglarlo, será suficiente con reprogramar la centralita, o bien, sustituirla por otra nueva.

- Corrosión de frenos: Este tipo de avería se da cuando se forma óxido en alguna parte de metal del sistema de frenos, lo cual los deteriora y puede ocasionar fugas de líquido.

- Faros desajustados: Los faros se mueven ligeramente a causa, generalmente, de haber recibido pequeños impactos o golpes. Esto supone que iluminen hacia arriba, lo cual puede provocar un deslumbramiento y ocasionar un accidente o, en cambio, que enfoquen hacia abajo y su iluminación sea insuficiente para una conducción óptima.

- Vibraciones del embrague: Si el conductor pisa el embrague y nota severas vibraciones en el pedal o tiene dificultad a la hora de insertar las velocidades, es que posiblemente el embrague bimasa esté deteriorado. El embrague bimasa es un dispositivo mecánico de rotación que sirve para dar energía continua y reducir la vibración, de ahí que su reparación, generalmente de alto coste, sea necesaria para evitar la avería en cuestión.

- Filtro de partículas: Si el filtro del sistema de escape se satura de demasiadas partículas sólidas, a causa de la combustión del motor para reducir la contaminación, puede ocasionar fallos en el motor.

- Fuga de refrigerante: Esta avería se produce cuando se pierde el líquido, formado por una mezcla entre agua y anticongelante, y cuya función es la de refrigerar el motor. Hay que tener cuidado con este tipo de averías, ya que el motor podría llegar incluso a quemarse.

- Guardapolvos: Si el fuelle de goma que protege el polvo de la junta homocinética llega a romperse, pierde la grasa que necesita para que funcione correctamente el sistema de envío de fuerza de la transmisión. Si se escucha un claqueteo al mover la dirección y el vehículo deja de avanzar, es obligatorio cambiarla.

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