
Hace poco publicábamos que Audi ya había conseguido sintetizar un nuevo combustible a partir de utilizar electricidad obtenida por técnicas renovables y CO2 capturado de la atmósfera.
Pues bien, las cosas van muy rápido en esto de las energías alternativas y ya está a pleno funcionamiento la planta de fabricación industrial. Situada en la ciudad alemana de Werlte, llevaba ya año y medio en activo, pero ahora acaba de ser conectada a la red general eléctrica alemana en la cual, más de un tercio de su producción proviene de la producción fotovoltaica o eólica.
La planta de Werlte pasa así a funcionar como una gigantesca batería de almacenamiento energético pues puede absorber de forma casi instantánea 6MWh sobrantes de la red eléctrica y transformarlos a continuación en gas natural, fácilmente almacenable y transportable.
Nulas emisiones
Es la misma idea que han inspirado a las baterías domésticas de Tesla y Daimler, pero dando a la energía una salida de producción industrial a gran escala en lugar de limitarse a un ámbito particular. Y con la ventaja añadida de que en todo el proceso de fabricación del e-gas, las emisiones son nulas.
De esta manera se busca que las decenas de miles de generadores repartidos por Alemania no desperdicien ni un watio de su producción. Cuando el consumo genérico decae, la electricidad pasa a producir automáticamente combustible para coches movidos por gas natural, como el Audi g-tron. Sin duda se trata de una nueva tecnología que podría resolver muchos de los problemas energéticos y medioambientales de nuestra época.