
Es raro que rivales tan directos se pongan de acuerdo. Y menos dentro de su propio país, Japón, donde se disputan con uñas y dientes un mercado muy compartimentado.
La razón de que se hay producido este fenómeno de acuerdo entre marcas enfrentadas en lo comercial, no ha sido otro que afrontar los problemas que plantea la instauración del hidrógeno como combustible.
Nissan, Toyota y Honda, tres gigantes del automóvil, han llegado a un acuerdo para financiar parte de las inversiones necesarias en el desarrollo de infraestructuras para el suministro de hidrógeno en el país del sol naciente.
Con el Toyota Mirai ya funcionando por las carreteras, se hacía necesario abordar el problema de la falta de estaciones de servicio adaptadas a servir el gas a los coches de pila de combustible.
El desembolso no es despreciable, puesto que cada 'hidrogenera' exige unos 80.000 euros de mantenimiento al año entre instalaciones y personal.
Inminentes modelos de hidrógeno
Los fabricantes han visto desde el primer momento que confiar en que estos gastos fueran sufragados totalmente por los productores de hidrógeno y la administración era demasiado optimista. Por ello han tomado cartas en el asunto y han formado esta alianza para la difusión del hidrógeno en Japón.
La decisión dice mucho de lo seria que es la apuesta de las marcas por la pila de combustible, una solución que parece empezar a comerles terreno a los automóviles eléctricos puros.
Por lo pronto, después del éxito del Toyota Mirai en su lanzamiento, se espera que Honda presente su modelo de pila de combustible en 2016, al que le seguirá un Nissan al año siguiente.