Sólo una marca procedente de Japón, donde tanto gusto por las luces y los colores chillones existe, podía presentar un coche como este: Nissan presenta una versión de su eléctrico Leaf recubierta por una pintura fosforescente que le permite brillar en la oscuridad de la noche.
Dicha pintura absorbe los rayos ultravioletas del sol durante el día y éstos son almacenados por el vehículo hasta que llega la noche, cuando se empieza a reflejar la luz brillante durante un máximo de alrededor de diez horas.
Obviamente, no es la primera vez que un coche utiliza este tipo de pintura fosforescente, pero sí es única gracias a que ha sido elaborada con 'Strontium Aluminate', un material sólido orgánico procedente de la tierra que no tiene olor y es inerte, tanto en sentido químico como biológico.
Además, por tratarse de un coche eléctrico, esta pintura brillante podría quizás desempeñar una función más allá de la mera estética tunning: en ausencia del sonido de motor que de algún modo penaliza a este tipo de vehículos, lo llamativo de la imagen fosforescente en la oscuridad de la noche ayudaría a advertir su presencia más fácilmente, convirtiéndolo así en menos peligroso para peatones y otros vehículos.
De acabar siendo comercializada, la duración de la pintura brillante en este Leaf tan particular sería de unos 25 años, según ha asegurado Nissan, que de momento no ha dicho qué sobrecoste supondría para el cliente.