Navarra, Andalucía y Castilla La Mancha se han unido a Aragón en la lucha contra las gasolineras low-cost. Estas cuatro comunidades han hecho caso a las demandas que durante meses llevan reclamando patronal, sindicatos y clientes y han incluido en sus legislaciones la exigencia de tener, al menos, un empleado en el horario de apertura.
Además, según publica el diario El País, también Baleares y Asturias estarían ultimando este tipo de reglamentación.
El debate surgió con la crisis cuando comenzaron a proliferar este tipo de gasolineras que ofertan llenar el depósito entre un 10 y un 15 por ciento más barato que las convencionales, un sector además poco acostumbrado a la competencia. No obstante, por ahora este escaparte representa algo menos del 5 por ciento del total -unas 500 en toda España-.
A favor y en contra
Por su parte, patronal y sindicatos critican que, de seguir creciendo esta opción, supondría el recorte de muchos puestos de trabajo, riesgos potenciales de seguridad así como vulneración de muchos de los derechos de los usuarios.
Para los usuarios que repostan en estas gasolineras, no hay debate: el precio del combustible es más bajo y el autoservicio se extiende a todos los sectores. En Francia y Bélgica, las gasolineras low-cost ya suponen el 20% del total. En Dinamarca, superan el 50%.
Auge de gasolineras fantasmas
