
El gigante IBM acaba de publicar su informe especial sobre el sector del automóvil, cada vez más relacionado con el mundo de la informática. Entre las conclusiones del extenso trabajo de consultoría, destaca su pronóstico sobre los coches autónomos.
Según la encuesta planteada a 175 altos directivos del sector en 21 países, la generalización de los vehículos de funcionamiento automatizado tardará más de lo que se piensa. De hecho, sólo el 8 por ciento de los directivos consultados piensa que este tipo de tecnología completamente autónoma se extenderá de aquí a 2025, mientras que un 19 por ciento espera que sea a partir de 2025 cuando se implante de forma general.
Por el contrario, una mayoría de los consultados, el 87 por ciento, creen que solamente se extenderán en la próxima década tecnologías de automatismos parciales en la conducción. Entre ellos, el 55 por ciento piensa que los sistemas de conducción autónoma establecerán sus propios límites y avisarán cuando el conductor deberá tomar los mandos del vehículo.
A resultas de su último estudio, IBM ha apreciado una importante mutación en cuanto a las prioridades en la industria del automóvil. Los deseos del cliente han experimentado un importante avance, situándose ya en segundo lugar por detrás de la propia innovación tecnología del vehículo. Esto quiere decir que la implicación de los compradores de vehículos, en cuanto a adecuarlos a las necesidades individuales, va a pasar a ser mucho más importante que hasta ahora.
Vehículos inteligentes
Según las conclusiones de IBM, los conductores de hoy no solamente quieren conducir ellos mismos sus vehículos, sino que desean colaborar directamente en el desarrollo de los futuros modelos de movilidad. En la próxima década, los coches serán suficientemente inteligentes como para configurarse de forma automática en función al conductor y al resto de los ocupantes.
En este sentido, un 63 por ciento de los directivos consultados ven en las nuevas fórmulas de movilidad, como el coche compartido, una gran oportunidad de colaboración con los clientes de la industria automovilística. La nueva visión participativa de los automovilistas beneficiará también según los expertos a la concepción de los propios automóviles, al proceso de marketing y a los servicios de postventa.
En lo que sí está de acuerdo la inmensa mayoría de los implicados en el informe es que las nuevas tecnologías incorporadas a bordo van a cambiar drásticamente la forma de utilizar nuestros coches. Muchos apuestan por la creación de una red social entre vehículos mediante la cual se comunicarán y compartirán informaciones, como las relativas al tráfico o clima. Pero también aportarán datos a los fabricantes de fallos, que comunicarán también a otros vehículos para determinar el origen del problema.
Como conclusión del estudio, Alexander Scheidt, director de IBM Global Business Services, ha afirmado que "el sector del automóvil tiene que transformarse y mutar en un sistema abierto, global y colaborativo entre fabricantes y usuarios".