Motor

Diez consejos para conducir con nieve de forma segura

Conducir sobre nieve es una técnica muy especializada y, en países meridionales como el nuestro, difícil de adquirir y aplicar. Saber arrancar sobre la nieve, circular a la velocidad justa, contravolantear para neutralizar los derrapajes, calcular las distancias de frenado o la correcta dosificación del acelerador son algunas de las cosas que se aprenden solamente con práctica sobre la carretera nevada.

Pero no está de más saberse la teoría para cuando nos toque circular sobre nieve y poder adquirir correctamente esta técnica. Antes que nada, precaución. La conducción sobre nieve no depende sólo de nuestra habilidad, adherencia cambiante, límites de nuestro vehículo o incidentes de otros conductores complican bastante el entorno de nuestro desplazamiento.

Anticiparnos a los problemas que nos vamos a encontrar es la mejor táctica en casos de nieve. Si vivimos en zonas donde nieva con frecuencia, el montaje de neumáticos especiales durante la temporada de invierno será algo casi obligado. Si no es así pero sospechamos que vamos a encontrar nieve en nuestro viaje, las cadenas obligatorias para circular por nieve (aunque llevemos neumáticos especiales) en el maletero nos garantizarán poder llegar a nuestro destino.

Y una vez circulando sobre el blanco elemento, seguir los siguientes consejos nos ayudará a completar el trayecto con seguridad y a mejorar nuestra técnica de conducción:

1.- Conducir sobre nieve implica suavidad. Cualquier maniobra brusca en el frenado, aceleración o cambio de dirección repercutirá mucho en la estabilidad, superandose muy fácilmente el límite de control sobre el vehículo.

2.- Hay que ser muy vigilantes y ser muy prudentes respecto a las distancias de seguridad. Muchos de los accidentes que se producen sobre la nieve son causados por otros vehículos que se han cruzado en la carretera o han perdido el control por parte de sus conductores.

3.- Ver bien y hacerse ver. Conviene comprobar el equipo de limpiaparabrisas, tanto las escobillas en buen estado como llenar el depósito del líquido limpiador con anticongelante. Verifique y utilice correctamente el desempañado interior. Utilice el alumbrado del coche en cuanto a las condiciones de visibilidad se vean reducidas y, en caso de nevada, recurra a los faros antiniebla.

Conducción en puertos

4.- En las bajadas sobre nieve, utilice el freno motor para retener la velocidad, frenando lo menos posible. Calcule bien la distancia que necesitamos para frenar y deje una buena distancia de seguridad respecto al coche que le precede.

5.- Si empieza a nevar con cierta intensidad, no espere para poner las cadenas, busque un sitio seguro e instalarlas con tranquilidad para evitar hacerlo en una situación peligrosa. Si lleva un par de cadenas, móntelas siempre sobre las ruedas motrices, pero lo mejor es llevar cuatro y equipar todas las ruedas con ellas para una seguridad de adherencia óptima. Neumáticos de invierno: ¿alternativa a las incómodas cadenas?

6.- Deje pasar delante de usted a las máquinas quitanieves y expendedoras de sal, su trabajo nos aportará mayor seguridad tras sus huellas. Si la nevada es tan fuerte que dificulta mucho la marcha y la velocidad se reduce a mínimos, es mejor detenerse a un lado de la carretera y encender las luces de posición así como las de emergencia. Llevar el depósito de combustible siempre lleno antes de un viaje, unas mantas y agua es muy conveniente cuando se viaja en invierno.

7.- Si tiene que reiniciar la marcha desde parado, sobre todo en cuesta, hágalo de forma muy suave para evitar que las ruedas patinen. Utilice el embrague de forma muy progresiva y acelere sin brusquedad. Si en primera velocidad no conseguimos que las ruedas consigan adherencia, inténtelo en segunda, pero siempre con progresividad.

Calma al volante

8.- Si sobreviene el derrapaje, ya sea de las ruedas delanteras o traseras, no pierda la calma. Sobre todo, no frene, pues esto agravaría la situación. En todo caso, hay que embragar para igualar la velocidad de giro de las cuatro ruedas y corregir con el volante la deriva girando hacia el centro de la carretera, es lo que se llama contravolantear. Cuando tengamos un poco más de experiencia, leves aceleraciones controladas nos ayudarán a mantener también en estas situaciones el coche sobre la trayectoria requerida.

9.- Ante una curva de la carretera, frene antes de llegar a ella, en recta, y nunca cuando ya haya iniciado el giro. A lo largo de la curva es mejor mantener una velocidad constante sin altibajos para conservar el equilibrio dinámico entre las ruedas delanteras y las traseras.

10.- Conozca bien su vehículo. Si va provisto de control de estabilidad desconectable, puede desconectarlo para arrancar sobre la nieve o circular a muy baja velocidad. Eso ayudará a que todas las ruedas traccionen a la vez y mejore la motricidad en esas circunstancias. Si su coche va provisto de programas electrónicos de conducción, aprenda a utilizarlos, siempre hay uno específico para circular sobre este tipo de firmes deslizantes.

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