
Si China ha apostado firmemente por los coches eléctricos como solución a sus problemas de contaminación con importantes incentivos a la compra, Japón prefiere optar por aplicar más subvenciones al coche de hidrógeno, hasta recortar el precio del primer modelo de pila de combustible de Toyota y equipararlo al más barato de la gama Lexus.
Porque la prefectura en donde tiene su sede Toyota, Aichi, ha anunciado que se unirá a los incentivos a la adquisición de los coches de hidrógeno del gobierno central, lo que en conjunto permitirá tener uno de estos vehículos por un precio alrededor del 40% menor al de mercado.
Aichi subvencionará cada automóvil con pila de combustible con más de 7.000 euros, lo que sumado a los casi 15.000 que proporcionará el gobierno central nipón resulta en un importante descuento en el precio de estos vehículos.
Los incentivos totales a la compra de coches de hidrógeno representarán así más del triple de los que disfrutan a día de hoy los clientes que optan por coches eléctricos, que en el caso de un Mitsubishi i-MiEV, no llega a los 7.000 euros en la mayoría de las prefecturas, siempre de acuerdo a datos manejados por Bloomberg.
Y así, dichas ayudas podrían reducir el precio del primer automóvil de pila de combustible de Toyota en un 40 por ciento respecto al que se estima oficial, equivalente a unos 50.000 euros en Japón. De este modo, conducir un coche propulsado por hidrógeno costaría prácticamente igual que un Lexus CT, el coche más barato de entrada a la gama.
Hidrógeno vs. electricidad
Lo que esto demuestra es que, en el enfrentamiento velado entre los coches eléctricos y los de hidrógeno, Japón ha elegido el bando de los segundos, mientras que China o Estados Unidos parecen haberse posicionado del lado de los primeros. Asimismo, esa dualidad se advierte también en las marcas más punteras: mientras que el segmento de los eléctricos está liderado por firmas como Renault-Nissan, BMW o Tesla, el de los de hidrógeno está abanderado por Toyota, que empezará a vender su FCV en la primavera de 2015, en pugna con la coreana Hyundai y su ix35 FCEV.
Toyota ve claro el futuro de la movilidad de cero emisiones en la pila de combustible y, de hecho, ya ha manifestado expresamente su renuncia al desarrollo de coches eléctricos para enfocar esos recursos en la mejora de la tecnología de los vehículos de hidrógeno.
Desde la marca aseguran que los coches de pila de combustible serán una opción de cero emisiones más atractiva para los consumidores que los vehículos eléctricos, toda vez que su mayor autonomía y su menor tiempo de recarga le equiparan en competitividad con los coches de gasolina.
Y parece que la Administración en Japón está dispuesta a secundarles: "La pila de combustible es una de las pocas fronteras en las que Japón puede liderar el mercado", considera el analista de Jefferies Group Pham Thanh Ha. "Obviamente, cualquier nueva tecnología necesita el apoyo del gobierno para popularizarse", añade.