
Durante los últimos años ha crecido la sensación entre los contribuyentes de que las multas de tráfico se han incrementado con un afán recaudatorio de la Administración. Ahora, un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ofrece argumentos con el objetivo de dar la razón a estas sospechas... Pero ¿lo consigue?
A través de un comunicado titulado "Nos fríen a multas", la OCU asegura que uno de cada cuatro conductores españoles fueron sancionados en 2013 por un importe total de unos 658 millones de euros al año que fueron a parar a las arcas del Estado. A raíz de ese dato, y con objeto de conocer las pautas de conducción, las razones por las que somos denunciados y la cuantía de las multas, la organización ha realizado una consulta a 1.257 automovilistas de entre 18 y 65 años.
Los resultados de la encuesta reflejan que la gran mayoría de las sanciones tienen su causa en aparcamientos indebidos, pero hay un dato que debería preocupar por encima de cualquier otro: un 47% de los consultados aseguran sin reparo haber conducido a pesar de haber consumido alcohol, algo que puede llegar a constituir, incluso, un delito penal.
Un 17% aún circula sin cinturón de seguridad
A este preocupante dato, se suma otra pauta que debería hacer replantearnos los hábitos de los conductores españoles al volante: el 36% admite que conduce y habla por teléfono al mismo tiempo sin utilizar manos libres.
Además, el 90% de los encuestados admitió que supera el límite de velocidad al adelantar, mientras que el 82% indicó que lo supera en autopista si hay poco tráfico. También el 82% señaló que aparca en doble fila si tiene que hacer un recado, y un 45% dijo que aparca mal por falta de sitio. Y lo que parece lo peor de todo... Peor aún resulta que en pleno 2014 haya aún un 17% de conductores que reconoce que nunca se pone el cinturón de seguridad.
Así pues, aunque el número de multas pueda parecer "desproporcionado", tal y como denuncia la OCU, cabe preguntarse si los hábitos detectados no merecen tal nivel de sanciones: la mayoría de las imprudencias son realizadas por más de ese 25% de conductores que recibieron alguna sanción en 2013.
En cualquier caso, la OCU pide que las autoridades de Tráfico sean trasparentes para que cese la impresión por parte de los conductores de que muchas multas no respondan sino al afán recaudatorio de la Administración. "Tampoco nos parece bien el pronto pago, que reduce a la mitad las sanciones, ya que es una astuta manera de que no se recurran las multas, pues si se hace y el recurso no sale adelante, se debe pagar la cantidad total sin reducción", critica la organización en el citado comunicado.