Nuevos movimientos accionariales por las desinversiones de las cajas de ahorro. La familia Antolín ha adquirido el 22,8 por ciento del capital de la compañía dedicada a la fabricación de componentes de automoción que estaba en manos de las antiguas cajas de ahorro.
La compañía burgalesa había dado entrada a Caja de Burgos, Caja de Ávila, Caixanova, Corporación Caja Castilla-La Mancha y Caja Navarra en 2004 gracias a un desombolso de 80 millones de euros.
Tras el proceso de reestructuración financiera, una buena parte de la participación quedó en manos de CaixaBank, que recibió de Banca Cívica (las cajas de Burgos y Navarra), y Bankia, dueña del 20 por ciento a través de Caja de Ávila.
Tras cerrarse la operación, cuyo importe no ha transcendido, el pesidente de la compañía, José Antolín, ha asegurado que "creemos en el futuro del Grupo Antolín y queremos seguir fortaleciendo nuestro liderazgo tecnológico en la industria auxiliar del automóvil".
La operación "es una muestra del compromiso de la familia Antolín con el futuro de la compañía", añadieron sus responsables en un comunicado. A partir de ahora, el Grupo apuesta por la continuidad del proyecto y dará prioridad al crecimiento sostenible y rentable, uno de los principales objetivos en esta nueva andadura.
De esta manera, el Grupo seguirá apostando por la innovación, la internacionalización y la eficiencia productiva, que han sido piezas clave en su desarrollo. En este sentido, el vicepresidente de la compañía, Ernesto Antolín, ha señalado que "se trata de un punto y seguido en nuestra historia y tenemos la intención de seguir invirtiendo para mantener nuestro liderazgo".
Grupo Antolín cuenta con cuatro unidades de negocio: puertas, techos, asientos e iluminación, cuya facturación ascendió a 2.672 millones el pasdo año, en el que la compañía registró un beneficio bruto de explotación (ebidta) de 224 millones de euros. La compañía cuenta con más de 14.300 empleados, que trabajan en los más de 100 centros repartidos en 25 países.