
Un proyecto permitirá desarrollar en Málaga, de forma pionera en el mundo, un sistema para recargar un autobús eléctrico en movimiento y sin cables, con una tecnología de transferencia por inducción que se activará al paso del vehículo, igual que se carga la batería de un móvil o un cepillo de dientes.
Aunque actualmente hay en marcha en otros países proyectos que intentan aplicar la inducción a la movilidad eléctrica (Inglaterra, Alemania y Corea del Sur), la iniciativa de Málaga será la primera que emplee transporte colectivo y admita la triple modalidad de carga, según ha explicado hoy a los periodistas el consejero delegado de Endesa, Andrea Brentan.
Para que el autobús se pueda recargar mientras circula, en un carril de cien metros de la avenida Imperio Argentina, en la zona oeste de la capital malagueña, se instalarán en el pavimento unas bobinas primarias que estarán conectadas a la red eléctrica, que solo se activarán cuando el autobús (de la línea 16) esté encima.
Las pruebas determinarán a qué velocidad deberá ir el autobús para recargarse, pero se calcula que será entre 10 y 20 kilómetros por hora, según Brentan.
Proyecto liderado por Endesa con 3,3 millones de inversión
Además de las cargas parciales que se realizarán en el carril de inducción electromagnética durante el recorrido normal del autobús a lo largo del día, el vehículo se podrá recargar sin cables cuando esté parado o de forma conductiva (con cables) en los cargadores distribuidos por la ciudad.
Mediante este proyecto se pretende reducir en un cincuenta por ciento el peso de la batería o duplicar la autonomía del vehículo, o una combinación de ambos, ha explicado el consejero delegado de Endesa, quien ha detallado que la infraestructura se instalará en septiembre de 2014.
La inducción electromagnética no es diferente de la recarga inalámbrica de un cepillo de dientes o un teléfono móvil, ya que se emplea la transmisión de energía a distancia, que es más eficaz cuanto menor es la distancia, ha señalado. El proyecto, liderado por Endesa y denominado Victoria por sus siglas en inglés, cuenta con un plazo de duración de 21 meses y un presupuesto total de 3,3 millones de euros.