
Pese a que en el último año una oleada de nuevas inversiones apuntaban a un repunte en la competitividad de la industria de la automoción española, la sangría de empleos sigue siendo considerable si se parte desde el estallido de la crisis, que ha traído consigo la destrucción de unos 124.000 puestos de trabajo directos en las fábricas de coches y componentes y en los concesionarios ubicados en España.
Así lo señala el informe de la Federación de Industria de CC.OO. La Industria de Automoción. Balance de la Crisis y Propuestas de actuación, al que ha tenido acceso EP, que detalla cómo ha incidido la pérdida de empleo en cada uno de las actividades del sector del automóvil.
La más afectada ha sido la industria de fabricación de componentes, que, entre los años 2007 y 2012, ha destruido 61.000 puestos de trabajo. No obstante, la fabricación de componentes registra una notable mejoría en los últimos dos años, toda vez que la plantilla registrada al cierre del pasado año (185.046 trabajadores) es superior a la de 2010 y 2009, gracias sobre todo a la recuperación del empleo en esta industria durante 2011.
La crisis se ha cebado también con el sector de distribución de automóviles. CC.OO. calcula que entre los años 2007 y 2012 ha desaparecido el 20 por ciento de los concesionarios, lo que además ha supuesto la destrucción de 49.793 puestos de trabajo en el período.
Por todo lo anterior, las redes de concesionarios contaban con una plantilla formada por 180.202 trabajadores en 2007, antes del comienzo de la crisis, mientras que al cierre del pasado año el número de efectivos en los puntos de venta era de 130.409 personas. Sin embargo, el impacto de la crisis económica ha sido menor en el sector de fabricantes de vehículos, que ha destruido 13.000 empleos entre 2007 y 2012, lo que supone una disminución del 18,9 por ciento, con una media anual de disminución de plantillas del 4,1 por ciento.