
Es un hecho comprobado. Las cifras de consumos oficiales que declaran las marcas y las que obtienen los conductores en la vida real siempre han estado alejadas pero, en los últimos tiempos, las distancias se han incrementado aún más. Información facilitada por Autofácil.es.
El consumo puede llegar a falsearse hasta en un 45%, según un reciente informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). En diciembre del año pasado, el Consejo Internacional por el Transporte Limpio (ICTT) se puso a buscar las causas de esas diferencias y las encontró en las 'imprecisiones' de la normativa anticontaminación Euro 5.
Por ello, la Unión Europea encargó al TNO holandés -uno de los organismos certificadores más importantes de Europa- un informe en el que analizara cómo se benefician los fabricantes de esas 'imprecisiones' y cuánto consiguen reducir el consumo oficial de sus coches gracias a ellas. A continuación le indicamos las más importantes:
En el circuito de homologación
1.- Circuito 'particular' - 4% consumo
Al calcular los factores de carga, es más beneficioso usar una recta asfaltada con cemento -minimiza la resistencia a rodadura- y con una pendiente descendente del 1,5% hacia su punto central -los extremos deben estar más altos-. Se indica que hay que recorrerla "en ambos sentidos" pero no el punto en el que debe iniciarse el recorrido.
2.- Preparar la carrocería - 2,8% consumo
Todo lo siguiente es legal y frecuente: sellar con cinta aislante todas las uniones entre piezas de la carrocería, tapar las entradas de ventilación y aproximar la carrocería al suelo para mejorar la aerodinámica; también se engrasan las pastillas de freno para disminuir el posible roce con los discos.
3.- Ruedas a toda presión - 2% consumo
La norma especifica la presión obligatoria de los neumáticos en frío, pero no dice que sea ilegal calentarlos antes del ensayo, lo cual permite aumentar la presión y reducir el consumo. Tampoco dice que deban ser nuevos -cuanto más gastados estén, menos resistencia a la rodadura ofrecen-.
En el banco de pruebas
4.- Marchas extra largas - 6% consumo
Si el coche no tiene indicador de cambio de marcha, el conductor puede emplear las marchas más largas para reducir el consumo en el NEDC. Por contra, si hay un indicador de marcha recomendada, el conductor debe obedecerle aunque lo 'normal' es que también recomiende circular en las marchas más largas.
5.- Márgenes de error - 4,5% consumo
La norma establece un pequeño margen de error en las mediciones que se realizan en cada una de las pruebas que las marcas aprovechan para reducir el consumo. Por ejemplo, la temperatura de la sala de ensayos debe estar a entre 20 y 30ºC; sin embargo, se permite un margen de error de 1,5º C en la medición que se usa para ajustar la temperatura, por lo que puede llegar a los 31,5º C .
6.- Datos finales falsos - 4% consumo
La norma Euro5 admite un error del 4% en las cifras finales, de forma que los valores que se declaran son los medidos, menos un 4%. Por ejemplo, si el resultado final es de 6,34 l/100 km, el que se puede homologar es 6,08 l/100 km.
7.- Ensayar a 30ºC - 1,7% consumo
La norma permite que los líquidos -aceites y refrigerante- estén a entre 20 y 30 grados. Sin embargo, si están a 30ºC el motor estará más 'caliente' y necesitará menos combustible para funcionar.
8.- Un conductor muy habilidoso - 1,2% consumo
El probador que ejecuta el test en el banco de rodillos puede trabajar con un margen de error del 4%. Si lo 'apura' y realiza el NEDC a una velocidad un 4% inferior a la indicada, ahorrará combustible -por ejemplo, en un coche que homologue 6,0 l/100 km, lo reducirá en 0,072 l/100 km-.
¿Por qué las marcas se ven obligadas a 'hacer trampas'?
En primer lugar, para cumplir con las normas anticontaminación Euro5 y Euro6, que obligan a los fabricantes a no superar unas determinadas emisiones contaminantes para homologar sus modelos.
Pero, además, hay otro segundo motivo muy importante: por ejemplo, en España, el impuesto de matriculación depende directamente de las emisiones de cada modelo, algo que repercute en el precio del vehículo. Así, un coche que emita menos de 120 gr de CO2 por km no paga impuesto de matriculación, mientras que uno que supere los 200 gamos. deberá abonar el 14,75% del importe del coche.