Motor

El coche de empresa alemán frena la crisis de ventas para Audi, BMW y Mercedes

A pesar de la dura caída de la demanda sufrida por el sector del automóvil europeo, que en España ha dado con el peor nivel de ventas desde 1989, las firmas premium alemanas, Audi, BMW y Mercedes-Benz, se están beneficiando de una ventajosa coyuntura en su mercado local: la creciente demanda de grandes empresas para proporcionar coches a sus empleados.

Estas marcas, que han logrado un nuevo récord de entregas globales en 2012, deben agradecer parte de su supervivencia en Europa precisamente a sociedades como, por ejemplo, Deutsche Telekom. La mayor compañía telefónica alemana cuenta con una flota de aproximadamente 38.000 vehículos, más de uno por cada dos empleados con los que cuenta.

Pero éste es sólo uno de tantos casos más que contribuyen, mientras la demanda del automóvil en el continente se desploma, a una llamativa evolución: a falta de conocerse el dato de 2012, la cuota de mercado de las empresas supuso en 2011 un 32%, por encima del 27% que representó en 2010. Mientras, se estima que la demanda de particulares en Alemania, el mayor mercado de la región, ha caído en torno a un 2% en el último año.

El sector más estable del automóvil alemán

Al mismo tiempo, llaman la atención otros datos al respecto de este sector: si se incluyen entre el recuento de ventas a empresas el sector de las alquiladoras, la cuota de mercado correspondiente llega a elevarse hasta el 64%; además, estas compañías renuevan sus respectivas flotas con una frecuencia media de cada entre cada dos y cuatro años; y un 86% de las entregas de coches corporativos corresponden a marcas alemanas.

"Los coches de empresa son el sector más estable del mercado alemán", confirma el analista de IHS Automotive Christoph Stuermer. "Los compradores particulares presentan una alta incertidumbre mientras los clientes empresariales han seguido invirtiendo sus beneficios de años anteriores".

Ahorrar hasta un 55% en la adquisición de un BMW

La clave de esta situación reside, sobre todo, en la política de deducciones fiscales de las que se benefician los empleados de compañías que abogan por ofrecer coches corporativos. En virtud de una ley que ha estado en vigor desde 1996, los trabajadores deben pagar impuestos por sólo un 1% del precio base del coche por mes, de forma que a éstos les trae más a cuenta acordar con la empresa la concesión de un coche que adquirirlos directamente.

Por ejemplo, con un BMW 520i se retribuye en especie por un valor de 402 euros. De este modo, para la tasa de retención más alta en Alemania, el 45%, un empleado pagaría 181 euros al mes en impuestos por dicho vehículo. Mientras, el mismo coche financiado directamente por BMW costaría 426 al mes, por lo que, al recibirlo como vehículo de empresa, el trabajador en cuestión ahorra hasta un 55% al mes por disfrutar de dicho BMW 520i.

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