
El fabricante japonés anunció hoy un beneficio neto de más de 3.000 millones de euros entre abril y junio, el primer trimestre fiscal de un ejercicio en el que, por primera vez en su historia, espera producir más de 10 millones de vehículos.
Los brillantes resultados trimestrales presentados hoy por el grupo, buque insignia de la industria de Japón, reflejan su sólida recuperación tras el mazazo que supuso el tsunami de marzo de 2011 en el noreste del país, que paralizó la cadena de suministros y afectó con dureza a su producción.
En el trimestre que siguió a aquel desastre, Toyota logró a duras penas mantenerse en positivo y arañó un beneficio neto de apenas 12 millones de euros, mientras que un año después ha logrado multiplicar por 250 esa ganancia.
Crecen las ventas
Las ventas mejoraron en todas las regiones, incluso en el debilitado mercado europeo, donde pese a la crisis en la zona euro Toyota logró vender más de 208.000 vehículos, casi 34.600 más que en el mismo periodo de 2011.
En Japón se dispararon un 97,3% respecto a abril-junio del año pasado, mientras que en el resto del mundo se incrementaron un 82,1%.
Para este año fiscal, que termina en marzo de 2013, el grupo que preside Akio Toyoda, nieto del fundador de la firma, espera vender 9,76 millones de vehículos de sus marcas Toyota, Daihatsu y Hino, un 23% más que el año anterior.
En esta línea, su objetivo es aumentar el ritmo de sus factorías para producir más de 10 millones de unidades, una cifra que marcaría un récord en la historia del fabricante japonés.
Pese a estas estimaciones, Toyota prefirió dejar invariables sus pronóstico para este año fiscal y advirtió de que hay muchos factores que pueden afectar a su rendimiento, desde eventuales desastres naturales hasta la incertidumbre en los mercados y un yen por las nubes que merma su beneficio en el exterior.
Así, reiteró que en el ejercicio 2012 espera ganar unos 7.990 millones de euros y obtener un beneficio operativo cercano a los 10.500 millones de euros.