Motor

Mini Countryman: un capricho más práctico

El punto débil del exitoso Mini siempre ha sido su espacio interior, que le convertía en un coche poco práctico. El primer intento de la marca para corregir ese defecto fue la versión Clubman, que no ha tenido mucha aceptación en el mercado. Y ahora llega el Countryman. ¿Logrará que el Mini sea algo más que un capricho?

El Mini ha crecido y ha pasado por el gimnasio, pero de lo que no hay duda es de que esta nueva versión conserva toda la esencia y el encanto de la original. La estética exterior es atractiva y llamativa y el habitáculo interior es exactamente igual al de toda la gama, por lo que también conserva sus defectos: es muy poco ergonómico, con unos botones y mandos escondidos y difíciles de accionar. 

Espacio interior

Lo que ofrece el Countryman que no tienen sus hermanos pequeños es mucho más espacio y comodidad. Los pasajeros van sentados en una posición mucho más alta. La amplitud se nota en las plazas delanteras, pero especialmente en las traseras, donde pueden viajar con comodidad tres adultos. El espacio para las piernas es muy bueno comparado con el del Mini clásico y es mejor que el de algunos compactos del mercado.

El Countryman mide de largo 4,097 metros, por los 3,723 de la versión clásica. La anchura alcanza los 1,789 metros por los 1,683 del pequeño y su altura llega a los 1,561 metros, frente a los 1,407 del Mini tradicional.

Este espacio extra no sólo se nota en el interior. El maletero del Countryman tiene una capacidad de 350 litros, que puede llegar a los 1.170 con los asientos traseros tumbados. El Mini clásico ofrece entre 160 y 680 litros. El Nissan Qashqai, uno de los coches más vendidos en el segmento de los pequeños SUV en España, ofrece una capacidad de carga de 400 litros. Un compacto como el Renault Mégane tiene 372.

Peores prestaciones

El modelo con el que se ha realizado la prueba era un Countryman Cooper de tracción delantera, con un motor de gasolina de 1.598 centímetros cúbicos y una potencia de 122 CV. El propulsor es más que suficiente para moverse con soltura por ciudad y carretera, pero el Mini Cooper con este mismo motor se muestra mucho más ágil, rápido y divertido y consume bastante menos. El mayor tamaño y peso le pasan factura al Countryman.

Sin embargo, este SUV es capaz de trasmitir al conductor las buenas sensaciones de sus hermanos pequeños. Mantiene el tacto deportivo de su precisa dirección y de su cambio manual.

Aunque se vista de todo terreno, lo cierto es que no está preparado para superar grandes obstáculos fuera de la carretera. Los caminos sin asfaltar son un terreno que se adapta mucho mejor a sus características.

Más caro

¿Ha logrado Mini el propósito que perseguía con el Countryman? Sí, es un coche mucho más práctico y espacioso. Pero estas cualidades tienen su precio.

Es un vehículo menos divertido de conducir y más caro de comprar y de mantener por su mayor consumo. El Countryman Cooper tiene un precio base de 22.900 euros, frente a los 19.900 del Mini Cooper. En cuanto se opta por añadir a este vehículo unos cuantos extras de equipamiento, el precio sube bastante y puede acercarse fácilmente a los 30.000 euros. ¿Y comparado con la competencia? Aquí no hay comparativa posible. Quien quiere un Mini, quiere un Mini.

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