
El consejero delegado de Volkswagen, Martin Winterkorn, confirmó a última hora del pasado lunes que la fusión con Porsche Automobil Holding, "no podrá hacerse realidad" debido a los posibles escollos legales que podrían aparecer en el futuro. Sin embargo, el capitán del fabricante automovilístico se mostró abierto a comprar el negocio de coches deportivos de la empresa con sede en Stuttgart.
"Queremos trabajar juntos lo antes posible", reconoció Winterkorn a un grupo de periodistas durante la celebración del Salón Internacional del Automóvil que se lleva a cabo esta semana en Detroit.
No hay que olvidar que Volkswagen, la automovilística más grande de Europa, compró el 49,9 por ciento del negocio de coches deportivos de Porsche en 2009 por casi 6.000 millones de dólares. A cambio, Porsche posee el 50,1 por ciento de Volkswagen.
Hasta ahora, Volkswagen ha estado considerando alternativas a dicho acuerdo de 2009, que apostaba por una fusión que debería haberse consumado el año pasado tras varios juicios en Estados Unidos y Alemania. Dichos litigios estuvieron motivados por las inversiones a corto plazo realizadas por varios fondos de inversión libre que acusan a Porsche de manipular el precio de las acciones de Volkswagen. Ahora, para evitar nuevos problemas, Winterkorn trata de integrar la parte más lucrativa del negocio de Porsche, que incluye deportivos y vehículos utilitarios deportivos, en Volkswagen, para orquestar su plan de superar a General Motors Co. y Toyota Motor Corp como la compañía automotriz más grande del mundo.
El grupo Volkswagen, que también posee marcas como Skoda y Seat, marcó un récord de ventas de 8,16 millones de vehículos el año pasado, un aumento del 14 por ciento con respecto a 2010. Según Christian Klingler, jefe de ventas de Volkswagen, la compañía crecerá mucho más rápido en 2012 que el resto de sus competidores, que según dijo crecerán en un porcentaje de un solo dígito.
En estos momentos, según informó la agencia Bloomberg, la principal alternativa al acuerdo de fusión original sería que Volkswagen ejerciera su derecho de adquirir el 50,1 por ciento restante en el negocio de automóviles de Porsche a cambio de 3.900 millones de euros, dejando así a Porsche como un holding que contaría con una participación del 50,7 por ciento de las acciones ordinarias de Volkswagen.