
El campeón del mundo de MotoGP, Jorge Lorenzo, festejó su tercer título mundial de la categoría reina del motociclismo mostrándose exultante en el podium del circuito de Valencia.
Lorenzo subió a lo más alto del cajón mostrando absoluta alegría pese a la polémica en torno a él, y celebró su hazaña tarareando el 'la-la-la' que en ocasiones ha acompañado al himno español.
Al terminar la carrera, el balear apeló a su condición de español, al igual que la de sus máximos rivales, Dani Pedrosa y Marc Márquez, para justificar que no hayan existido adelantamientos al límite entre ellos.
"Somos españoles y título se queda en España. Si Rossi hubiera estado en mi lugar y dos italianos detrás hubiera pasado lo mismo", explicó.