
El 72 por ciento de los padres españoles no piensan que en las escuelas se esté impartiendo una educación suficiente en materia de seguridad vial, según refleja un reciente estudio de la firma de neumáticos Goodyear.
La mayoría de los que hoy somos adultos podemos afirmar y afirmamos que la educación vial que recibimos en nuestros años escolares no es que fuera insuficiente, es que llegaba a ser inexistente. El que esto suscribe, educado en un colegio privado entre los años setenta y los ochenta, tan solo recuerda algún evento en el que la autoridad competente en materia de tráfico montaba una pista vial en la que, bien en bicicleta o bien a bordo de karts, había que hacer un recorrido en el que siempre había que hacer caso a las señales. Y poco más. De teoría, cero.
El 72% de padres demanda más formación vial
Pues bien, parece que la cosa no ha ido especialmente a mejor en las últimas décadas o incluso años. Porque de acuerdo con el estudio llevado a cabo por Goodyear, el 72 por ciento de los padres españoles consideran que hoy en día las escuelas no ofrecen suficiente educación en materia de seguridad vial, un porcentaje muy superior a la media de los padres de los países europeos (62 por ciento).
Asimismo, el 42 por ciento de los profesores de autoescuela encuestados opinan que la educación para la seguridad en carretera debería ser obligatoria en las escuelas, y no solo a edades tempranas, sino que tendría que ganar en tiempo e intensidad según los alumnos van creciendo.
Desde la Asociación Europea de Padres se subraya la importancia en aumentar la intensidad de esta educación cuando los niños pasan a ser adolescentes. Según el estudio de Goodyear, a los padres de los conductores noveles les gustaría poner a punto sus habilidades al volante para dar una mejor imagen a sus hijos, y un 46 por ciento sería favorable a asistir a un curso de conducción obligatorio. Además, a un 53 por ciento les gustaría que los profesores de autoescuela de sus hijos les mantuvieran informados de sus progresos, e incluso un 40 por ciento querrían asistir a una de las clases prácticas de su hijo o hija para comprobar en primera persona el manejo de su vástago con el volante en las manos.