La calificación del Gran Premio de Italia de Fórmula-1 vivió este sábado un momento controvertido durante la Q1, con el Toro Rosso del neerlandés Max Verstappen como protagonista.
Durante una de las vueltas del piloto más joven de la parrilla, la cubierta de su monoplaza saltó por los aires, reventando completamente y dejando numerosos trozos de fibra de carbono sobre la pista.
El vehículo se quedó con el chasis completamente roto y la maquinaria visible al aire, en una imagen atípica en la máxima competición automovilística mundial.
Evidentemente, el piloto no pudo finalizar su vuelta y quedó eliminado, por lo que tendrá que salir en las posiciones más retrasadas de la parrilla.
