
El piloto español de Ferrari, Fernando Alonso, conquistó la victoria en el Gran Premio de España de Fórmula-1, si bien sufrió una serie de problemas que a punto estuvieron de costarle el abandono en la carrera.
Lo más grave se desveló a la conclusión de la prueba. Lo que casi pareció una carrera plácida en la distancia tuvo en realidad momentos de complicación antes de la última parada en boxes del asturiano.
Alonso llegó al box de Ferrari con un neumático pinchado, prácticamente desintegrado. En esas condiciones habría sido casi imposible aguantar una vuelta más, por lo que Ferrari, sin conocer exactamente el estado del neumático, acertó a la perfección en su estrategia para lograr la victoria a través del piloto español.
"Se podía ver el agujero y la banda de rodadura levantada en el neumático", aseguró tras la prueba el técnico de Pirelli, Paul Hembery, confirmando la gravedad de la avería que estuvo cerca de arrebatar a Alonso una victoria que se estaba ganando sobre la pista catalana.