
Mientras persisten las dudas sobre las posibles mejoras en el rendimiento del monoplaza de Fernando Alonso de cara a las dos carreras que restan para el final del Mundial, que lidera Sebastian Vettel por diez puntos de ventaja, Ferrari ha decidido trasladar la presión a los despachos, acusando a la FIA de haber dado trato de favor a Red Bull en el GP de Abu Dabi.
Según publican varios medios, Stefano Domenicali podría haberse dirigido al presidente de la FIA, Jean Todt, para manifestar la indignación de la Scuderia ante los hechos ocurridos en la última carrera celebrara en el emirato: los de Maranello consideran que Sebastian Vettel, que acabó entonces tercero, no debía haber participado en la prueba.
¿El motivo? Según publica Marca, se quejan de que el castigo de exclusión de la carrera, que recoge el reglamento para sanciones contra ilegalidades como la que cometió Red Bull a raíz del déficit de gasolina en la calificación de Sebastian Vettel, se haya convertido en salir desde el último lugar; el alemán, de no haber corrido, habría sumado cero puntos y no 15 como al final ocurrió.
Pero aún hay más, desde Ferrari también se quejan del descarado modo con que los Toro Rosso se dejaron adelantar, dos veces cada uno, por Vettel en Abu Dabi. Las órdenes de equipo se permiten entre pilotos de una misma escudería, pero no afecta a sus filiales. Sin embargo, la FIA ni siquiera investigó lo sucedido y unos y otros salieron airosos de dichas maniobras.
Todo ello se suma, además, a las reiteradas acusaciones del alerón flexible que Red Bull viene utilizando en los últimos Grandes Premios para potenciar la aerodinámica de su RB8. Sin embargo, las pruebas de la FIA defienden que no hay nada de irregular en el morro del coche de Vettel.
Con todas estas quejas, Ferrari quiere meter presión a los responsables de la FIA y compensar de alguna forma el paso por delante al que van Vettel y Red Bull camino del tercer título mundial que quieren arrebatar a Fernando Alonso. Pero, en cualquier caso, el F2012 deberá estar a la altura en términos de rendimiento en el GP de EEUU; de otro modo, de poco servirá una posible 'ayuda' externa para ganar.