
Fernando Alonso disfrutará del estímulo psicológico que supone pasar el parón de agosto en lo más alto del Mundial de Fórmula 1, pase lo que pase en Hungría el fin de semana que viene, tras una carrera en Alemania que Ferrari describió como perfecta.
Alonso, que lideró la prueba desde la 'pole' hasta la victoria final en el Gran Premio de Alemania del domingo, ahora tiene una ventaja de 34 puntos sobre el piloto australiano de Red Bull Mark Webber y tiene asegurado llegar como líder a Spa en septiembre.
Consiguió las alabanzas de su equipo por el modo en el que pudo aguantar la presión ejercida por Sebastian Vettel, de Red Bull, y el piloto de McLaren Jenson Button en Hockenheim.
Dos victorias y un segundo puesto en sus tres últimas carreras han situado al vencedor de los campeonatos de 2005 y 2006 en una cómoda posición en una temporada que, hasta el Gran Premio de Europa en Valencia, había estado muy abierta.
"Fue como una sesión de clasificación de 67 vueltas", dijo el director deportivo del equipo Ferrari, Stefano Domenicali. "Me cuesta recordar que desde el muro nos pareciese una carrera ajustada. Fernando estuvo perfecto, no tuvo ni un error, ni una duda, dio el máximo durante una hora y media. Qué piloto", insistió.
La victoria número 30 de Alonso extendió su racha de permanencia en los puntos hasta 22 carreras consecutivas, lo que le hace ser el piloto más regular además del único que ha ganado tres carreras esta temporada.