
Tras la reciente salida de Ferrari y Red Bull, la última escudería en causar baja en la FOTA ha sido Sauber. La 'espantada' en el organismo que agrupa a los equipos y, a priori, debe aunar su poder contra la patronal confirma que esta institución se ha quedado desfasada y que ya no responde a los intereses de muchos equipos. El techo de gastos, origen del conflicto.
La escudería Suiza, siguiendo los pasos de su 'mentor' en la competición, Ferrari, también ha solicitado su salida de la FOTA, aunque no ha especificado las razones que le han llevado a tomar dicha determinación. Igualmente, la filial de Red Bull, Toro Rosso, también se ausentó de la última reunión que celebró este organismo el pasado martes, por lo que todo apunta a que su abandono se producirá también de manera inminente.
La razón de esta salida en masa de la FOTA se debe al rechazo de Ferrari y Red Bull de aprobar el límite presupuestario para las escuderías del Mundial que se viene proponiendo en las últimas semanas, a fin de mantener unos niveles mínimos de igualdad en la competición.
Por ello, la salida de Sauber y el más que probable abandono de Toro Rosso, a los que en principio el techo de gastos no haría sino favorecer, parecen responder a las presiones de Ferrari y Red Bull, que así forzarían al resto de equipos de la FOTA a tomar la decisión, condicionada, de no instaurar la restricción de costes.
Sí asistieron a la reunión del martes, celebrada en Londres, los equipos McLaren, Renault, Mercedes GP, Williams, Force India, Lotus y Virgin. La española HRT, que también salió de la FOTA porque considera que no responde a sus necesidades, continúa sin tener intención de regresar a la asociación de equipos.
Dos posibles finales al conflicto
La 'espantada' de las escuderías se confirmará dentro de dos meses, plazo necesario para que se produzca la desvinculación completa. Si para entonces no se ha alcanzado un acuerdo en materia de contención de gastos, la FOTA habrá demostrado no estar a la altura de las necesidades de los equipos y precisará de una refundación que se adapte más al interés común.
Si, por el contrario, se echa para atrás el techo de gastos, Ferrari y Red Bull habrán logrado su objetivo y la FOTA seguirá siendo el lobby particular de los equipos con más poder. En febrero, la solución.