
El cambio de dueño de la escudería de Fórmula 1 conocida antes como Hispania, hoy HRT, parecía traer consigo una progresiva españolización al equipo más joven del Mundial. Sin embargo, aunque algunos indicios sí apuntan a que este proceso continúa en marcha, la imagen pública no da muestras de ello.
Después de que ayer se anunciara el fichaje del ex piloto catalán Luis Pérez-Sala como asesor de HRT, se ha puesto de manifiesto que, efectivamente, los responsables de la escudería apuestan por confiar el destino del equipo en un equipo con más presencia española.
Se trata de una españolización que se refrendaría de confirmarse los rumores que apuntan a que HRT podría hacerse con los servicios del joven piloto Javi Villa, en cuyo caso éste manejaría un volante de Fórmula 1 a partir de la próxima temporada.
Sin embargo, esta intención de relanzar la imagen del país parece proyectarse sólo de puertas para adentro. Sí, el equipo se está españolizando pero, al mismo tiempo, todos los símbolos que evocan la imagen de España presentes en el imaginario colectivo, están despareciendo de la identidad corporativa de la escudería.
Del equipo español ha desaparecido ya el nombre de Hispania, que recordaba inevitablemente a España y a su historia; y los colores rojo y gualda siguen sin aparecer en los monoplazas o en el paddock de la escudería en cada Gran Premio.
Por este motivo, la españolización de HRT, tras la compra de Thesan Capital, se antoja un tanto contradictoria, pues si bien los nuevos propietarios han confirmado su apuesta por el capital humano procedente de este país, la imagen que se proyecta de España no se corresponde con lo que en un primer momento habría cabido esperar.
Es probable que esta situación cambie de confirmarse la llegada a HRT de Villa, pues otro piloto español, esta vez sí, en una escudería española podría relanzar la imagen de España en cada pista del circuito de la Fórmula 1. Hasta entonces, la evolución 'española' de la antigua Hispania parece irá decreciendo con el tiempo.